Buscar en Internet enfermedades o respuestas a los síntomas que sufrimos es algo extremadamente común. Es inevitable echar mano de Google cuando recibimos los resultados de un análisis, antes incluso de obtener la opinión de nuestro médico, y la tentación de creer a pies juntillas lo que leemos en algunas web es también bastante alta.
El problema es que no todo lo que se lee está escrito por médicos, sin contar que es necesario una atención personalizada para entender cada caso y obtener una opinión que vaya más allá de un simple artículo leído «por ahí».
MediQuo es una web donde médicos especialistas certificados ofrecen respuestas a consultas médicas 24 horas al día todos los días de la semana.
Así nos presentan Mediquo (mediquo.com), proyecto que pretende buscar una solución al problema. Sin médicos que ofrecen consultas personalizadas a los usuarios del portal, que pagan 6.90€ por consulta, siendo posible enviar imágenes, vídeos, textos y demás material que se considere necesario para obtener un resultado de confianza.
Llama la atención el hecho de que la consulta solo acaba cuando el cliente lo decide, ya que el chat no puede cerrarse por el médico, solo por el paciente. Una vez hecha la pregunta, el usuario puede interaccionar varias veces con el médico hasta que la pregunta se cierre, decidiendo en todo momento si quiere que la pregunta esté después disponible de forma pública en el portal o si, por el contrario, preferimos dejarla en modo privado.
Al terminar la consulta podemos valorar al médico, quien tendrá que construir y mantener actualizado su perfil en la red social.
La idea es buena, pero hay que tener en cuenta que hay casos en los que un chat no es suficiente, en los que es necesario tocar, escuchar, sentir… Internet no es la solución para todos los problemas, aunque en algunos casos puede valer la pena pagar 7 euros para obtener una opinión profesional sobre un asunto determinado, mucho mejor que dejar que el algoritmo de Google encuentre la solución por nosotros.
Windows, Mac y Linux tienen disponible desde hoy una nueva versión estable de Google Chrome, la número 31, con varios problemas solucionados (relacionados con seguridad) y una nueva función, requestAutocomplete(), que los programadores pueden usar para que los usuarios puedan rellenar los formularios de forma rápida y efectiva (siempre que el usuario acepte, claro).