SpaceX, una de las empresas de Elon Musk, sigue haciendo pruebas con la nave Starship para ver si consigue despegar y aterrizar de nuevo sin problemas, algo que no es sencillo debido a su tamaño. Tiene 50 metros de altura, pesa más de 1270 toneladas métricas cuando se carga con combustible y se supone que puede llevar más de 100 toneladas de carga y pasajeros.
El caso es que su último prototipo, el SN10, lo hizo todo bien, salió y aterrizó verticalmente después de llegar a 10 km de altitud, pero cuando ya estaba en el suelo, después de unos minutos, explotó. Continúa leyendo «Una fuga de metano hace explotar la última nave de Elon Musk»