La intersección entre la tecnología y los automóviles está dando paso a un nuevo enfoque en la seguridad cibernética. A medida que los vehículos modernos se llenan de componentes computarizados, las preocupaciones sobre la ciberseguridad y la privacidad de los datos se vuelven más apremiantes.
Imagina estar al volante cuando, de repente, los frenos se activan por sí solos, el motor se apaga y las puertas se bloquean. Esto no es solo una trama de película; es un escenario posible si los hackers logran tomar el control remoto de tu coche inteligente.