El fabricante de baterías chino SVOLT, filial de la empresa automotriz Great Wall, está siendo noticia estos días dentro del sector debido a su batería de litio sin cobalto de la cual ofrecieron nuevos detalles técnicos y la cual se espera sea implementada en los coches eléctricos el año que viene.
Pese a toda la campaña de promoción e impulso dado activamente a los automóviles sin conductor en cuanto a la repercusión favorable que estos pueden tener sobre la seguridad de las carreteras y la transformación de las ciudades, su introducción al mundo real aun parece estar lejos de materializarse.
La autonomía es clave en las bicicletas eléctricas de carretera, y gracias a los avances que se van haciendo en el mundo de las baterías (avances lentos, pero imparables), tenemos cada vez vehículos más independientes.
Mucho se habla sobre coches autónomos, pero poco se profundiza sobre cómo cambiará nuestra forma de vivir, de movernos de un sitio a otro, e un futuro a medio y largo plazo.
La firma norteamericana Aptera tiene como principal objetivo romper barreras en el tema de autonomía de un coche eléctrico al presentar un vehículo con más de 1.000 km de alcance.
Hasta hace poco tiempo, Google ha ido trabajando en el desarrollo de los coches de auto-conducción basándose en los coches actualmente disponibles, a los que les hacía las modificaciones técnicas necesarias para dotarles de capacidades de auto-conducción. En el pasado mes de mayo, Google presentó la maqueta inicial de su modelo de coche de auto-conducción para desarrollarlo desde cero.
Hoy nos encontramos con el anuncio, a través del perfil de Google Self-Driving Car Project en Google+, del lanzamiento de su primer prototipo completo y totalmente funcional para una conducción totalmente autónoma, disponiendo tanto de las partes típicas de los coches convencionales junto con las partes técnicas que le dan el carácter autónomo, como el ordenador integrado y los sensores.
Respecto a la maqueta, el primer prototipo de coche de auto-conducción de Google ha sufrido algunas alteraciones, como una modificación en parte delantera o el adelgazamiento de la cámara/radar situada en la parte superior, entre otros.
Desde el propio anuncio se indica que comenzarán las pruebas privadas a lo largo de las presentes vacaciones, esperando verlo por las calles del norte de California para el próximo año. Añade además que sus conductores de seguridad continuarán supervisando el coche por un tiempo prolongado, usando controles manuales temporales según sea necesario mientras se sigue probando y aprendiendo.
El el caso de que Google disponga ya de un producto completamente probado y mejorado, tendrá que enfrentarse a los aspectos legales que puedan surgir para poder ponerlo dentro de la circulación real.
A pesar de la enorme evolución que ha vivido el mundo de la tecnología con el nacimiento de dispositivos como los smartphones y los wearables, la duración de la batería de los mismos, en lugar de mejorar, se ha visto reducida drásticamente si comparamos su autonomía con la de los dispositivos que utilizábamos hace unos años debido al elevado consumo energético de este tipo de productos. Aun así, parece ser que este problema podría solucionarse en un futuro gracias a la empresa Applied Materials y sus «baterías en estado sólido», que podrían doblar la capacidad de las utilizadas actualmente.
Las baterías en estado sólido no son algo nuevo. De hecho, se han venido utilizando desde hace algún tiempo para alimentar algunos sensores inalámbricos del mercado. A pesar de ello, la empresa responsable de la fabricación de estas baterías ha encontrado un modo de abaratar el proceso de producción de este tipo de baterías que le permitiría reducir drásticamente los costes de fabricación de las mismas, pudiendo comercializarlas de un modo mucho más económico. De este modo, teniendo en cuenta este abaratamiento, las baterías de estado sólido podrían comenzar a implantarse en smartphones y dispositivos wearables más pronto de lo que pensábamos.
Pero, ¿cómo funcionan las baterías en estado sólido?
En estas baterías de estado solido, los electrolitos líquidos utilizados en las baterías de ion-litio de hoy en día son reemplazados por litio metálico (estado sólido), que además de eliminar el problema de la inflamación de estas baterías (que pueden llegar a explotar o arder en ocasiones) serían capaces de mejorar la autonomía de nuestros dispositivos, ya que este metal puede contener mucha más energía. Esta tecnología no solo mejoraría la autonomía de nuestros dispositivos móviles, sino que podría ser también aplicada al mundo de los vehículos eléctricos, eliminando la necesidad de instalar caros sistemas de refrigeración de baterías.
Dado que estas baterías en estado sólido podrían ser fabricadas con muchas formas diferentes al no tener que preocuparse por los electrolitos líquidos contenidos en el interior, se facilitaría su uso en dispositivos pequeños como relojes inteligentes. Por el momento, la compañía responsable de su fabricación no ha informado de las características técnicas de estas baterías, ya que por el momento se encuentran trabajando con prototipos.