En un mundo cada vez más conectado por la tecnología, la inteligencia artificial y las redes sociales han cambiado drásticamente la forma en que interactuamos y compartimos información. Aunque estas innovaciones han abierto un sinfín de oportunidades para el crecimiento individual y comunitario, también han traído consigo desafíos significativos que amenazan la integridad de nuestras democracias.
Harris Eyre, un experto en neurociencia del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, Estados Unidos, aboga por la implementación de un «Neuroescudo Digital» como una solución para enfrentar estos desafíos.