Desarrollan una tecnologí­a que permite a los usuarios con problemas de visión ver la pantalla sin gafas

Si necesitas utilizar gafas para ver la televisión o para trabajar con tu ordenador, es probable que dentro de un tiempo puedas despedirte de ellas. La razón es que un grupo de investigadores del MIT ha desarrollado una tecnologí­a que permitirí­a alterar cualquier imagen mostrada en una pantalla con el objetivo de que una persona con problemas visuales pudiese verla con claridad sin necesidad de utilizar gafas.

Pero, ¿cómo funciona esta tecnologí­a?

Para lograrlo, se utiliza un filtro de luz fabricado en plástico transparente con miles de pequeños agujeros en su superficie. Este filtro se instalarí­a en la pantalla del dispositivo que estemos utilizando, independientemente de que se tratase de una tablet o de la pantalla de nuestro ordenador. Posteriormente, un algoritmo serí­a el encargado de modificar la luz de cada pixel de forma individual, de modo que cuando los rayos de luz provenientes de la pantalla pasen por los pequeños agujeros del filtro, alcanzan la retina del usuario de un modo que permitirí­a recrear una imagen ní­tida. Tal y cómo han explicado los responsables del proyecto, la idea es anticiparse al modo en el que nuestros ojos distorsionarán la imagen con el objetivo de ajustarla antes de que esto ocurra. Esta tecnologí­a, que está siendo desarrollada por investigadores del MIT junto a Microsoft, será presentada en la «International Conference and Exhibition on Computer Graphics and Interactive Techniques», que tendrá lugar en Canadá a lo largo del próximo mes.

Por el momento, el proyecto se encuentra en una fase temprana de su desarrollo, pero sus responsables esperan poder tener un prototipo para que pueda ser probado por todo tipo de personas en unos años.

Imagen: Raj de Flickr.

Un robot del MIT añade dos dedos extra a la mano humana

Imagina que las tareas para las que hasta ahora necesitas las dos manos, tales como abrir una botella, sujetar algún objeto pesado o abrir una carta, pudieses llevarlas a cabo utilizando tan solo una mano. Eso si, no se tratarí­a de una mano normal y corriente, sino que hablamos de una mano robótica que añade dos dedos extra.

El robot, que ha sido desarrollado por estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), lleva por nombre «7 finger robot» y su objetivo es facilitar la vida a personas mayores o con alguna discapacidad fí­sica. Para poder funcionar, es necesario que llevemos puesto un guante especial en la mano. Este guante es el encargado de medir la posición y movimientos de nuestros dedos gracias a unos sensores y, posteriormente, un algoritmo se encarga de procesar los datos con el fin de controlar el movimiento de los dos dedos robóticos, siempre teniendo en cuenta la posición de los dedos humanos. Gracias a ello, permite realizar tareas que hasta ahora únicamente podí­an ser llevadas a cabo con las dos manos de una forma sencilla.

Como podéis ver en el siguiente ví­deo, el robot parece funcionar bastante bien, aunque por el momento únicamente se trata de un proyecto de ciencias y no un producto que podrí­as adquirir en caso de necesidad. Aun así­, no cabe duda de la importancia de fomentar el interés por la ciencia mediante este tipo de actividades.

Ingenieros desarrollan un material ultra ligero e increí­blemente resistente

Si comparamos el Monumento a Washington y la Torre Eiffel, estaremos de acuerdo en que ambas estructuras son enormes y muy resistentes. Sin embargo, a pesar de ser similares en forma, mientras que el primero presenta una estructura maciza e í­ntegra, la segunda está formada a base de un entramado de vigas que forman la estructura. Es decir, no se trata de ningún bloque, sino que toda la estructura está hueca. A pesar de ello, es igual de resistente que el primer ejemplo, ya que la disposición de las vigas en determinadas formas geométricas le ofrecen la resistencia necesaria.

Los ingenieros del MIT y del Lawrence Livermore National Laboratory (LLNL), han desarrollado algo similar, y es que han ideado un modo de trasladar esa estructura hueca y extraordinariamente resistente a una escala mucho mas pequeña, diseñando un sistema que podrí­a ser fabricado a partir de una gran variedad de materiales, como metales o polí­meros, y que podrí­a cambiar en gran manera el peso que pueden soportar las estructuras más pequeñas. El diseño está basado en el uso de micro cuadrí­culas que combinan una gran rigidez y resistencia con una densidad mí­nima. La producción de este material serí­a posible gracias a un proceso de impresión en 3D de alta precisión, que daria lugar a uno de los materiales mas ligeros del mundo, pero que, gracias a su estructura interna, ofrecerí­a una resistencia enorme, comparable a la de objetos mucho mas fuertes. Normalmente, tal y como explica Nicholas Xuanlai Fang, profesor asociado del MIT, la rigidez y la fuerza fuerza de una estructura disminuye según lo hace la densidad del material. Pone como ejemplo a los huesos: a medida que la densidad ósea disminuye, las fracturas son mas probables. Gracias a este material, y aprovechando la resistencia que ofrecen determinadas formas geométricas, se podrí­a lograr que un material muy ligero ofreciese una resistencia y rigidez enormes.

Para realizar las pruebas, han utilizado un material tan ligero como el aerogel (una especie de espuma de vidrio), demostrando que gracias a la aplicación del descubrimiento, podrí­a llegar a ser tan rí­gido como un bloque de goma solida, además de ser 400 veces mas resistente que un material de densidad similar, por lo que podrí­a soportar hasta 160.000 veces su propio peso. Hasta ahora, las pruebas se han realizado utilizando varios materiales, como el metal, la cerámica y el polí­mero, mostrando todos estos excelentes resultados.

MIT trabaja en un sistema de calefacción que calienta solo las áreas ocupadas por cuerpos de personas

imagen infrarrojo

Los sistemas de calefacción actuales usados en los edificios calientan recintos, no personas, gastan mucha energí­a en mantener volúmenes enormes a una temperatura adecuada, cuando lo único que es necesario es que las personas que allí­ se encuentren sientan la temperatura deseada.

Calentar únicamente el espacio ocupado por un cuerpo en movimiento, dejando el resto del recinto a temperatura ambiente, puede parecer imposible, pero es en eso en lo que han estado trabajando en el MIT Senseable City Lab, en dispositivos suficientemente inteligentes como para detectar a las personas, monitorizar su movimiento y enviar calor a esa zona, sin gastar más energí­a de la estrictamente necesaria.

El artí­culo C. Martani, et al., ENERNET: Studying the dynamic relationship between building occupancy and energy consumption, Energy Buildings (2012), doi:10.1016/j.enbuild.2011.12.037, publicado en PDF, fue la base del proyecto ahora analizado en forbes, muestra como el sistema de seguimiento de movimiento, basado en Wi-Fi, funciona en tiempo real, enviando datos desde el techo a los focos que irradian calor, paneles con lámparas de calor infrarrojo. Estas «bombillas de calor» se proyectan directamente sobre los ocupantes, con la ayuda de espejos y motores rotativos.

El sistema se estrenó la semana pasada en la Feria de Arquitectura de Venecia, aunque de momento solo es un prototipo.

Imagen de shutterstock.com

El MIT desarrolla un modo de ocultar objetos casi perfecto

La invisibilidad y las técnicas avanzadas de camuflaje siempre han sido algo que ha despertado el interés de la sociedad. El mundo está lleno de objetos antiestéticos que serí­a mejor ocultar a la vista, tales como andamios, aparatos mecánicos y otros muchos objetos. La idea del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es justo esa, el poder ocultar todo tipo de objetos de la vista con el fin de que no sean vistos por nadie.

Para ello, han descubierto el modo de crear una especie de cubiertas de camuflaje imprimibles, que serí­an capaces de ocultar una gran cantidad de objetos gracias a unos complejos algoritmos, algo así­ como una especie de capa de invisibilidad al más puro estilo Harry Potter. Estos algoritmos serí­an los encargados de analizar el objeto que pretendemos ocultar, así­ como su entorno, con el fin de construir una imagen que combinarí­a y se adaptarí­a bastante bien al objeto. El problema con el camuflaje de objetos es que lograr ocultar algo por completo a los ojos humanos y que funcione independientemente del ángulo desde el que la persona lo mire es extremadamente complicado. No serí­a útil ocultar un objeto si tan solo permanece oculto si se mira desde una determinada posición o ángulo, ya que las personas nos movemos con total libertad en el entorno. Por ello, es en la multitud de ángulos diferentes desde los cuales se puede observar un determinado elemento donde reside la complejidad que tiene que resolver este algoritmo. Este se encarga de analizar los diferentes puntos de vista del espectador con el fin de averiguar cual serí­a la mejor imagen que harí­a que el objeto quedase oculto. Para llevar a cabo este análisis, se toman entre 8 y 20 fotografí­as desde diferentes ángulos. Tan pronto se han obtenido las imágenes, el algoritmo se encarga de encontrar el modo de combinar el objeto haciendo uso del entorno. Para ello, se tienen en cuenta la textura, el color, la forma, etc.

Para demostrar el funcionamiento del sistema se hizo la prueba que podemos ver en la imagen superior, en la que se intenta ocultar un cubo en una estanterí­a. Como podemos apreciar, -o más bien no se aprecia- el cubo se oculta por casi a la perfección. Si bien es cierto que podemos detectar donde se encuentra el objeto, se trata de un gran avance para el camuflaje que podrí­a dar mucho más de sí­ en un futuro.

Os dejamos con el video:

Crédito de la imagen: MIT

Investigadores del MIT crean un robot que te permitirá tener cuatro brazos

robot

Normalmente, estamos acostumbrados a que cuando ingenieros e investigadores desarrollan extremidades robóticas lo hagan con el fin de sustituir brazos o piernas que han sido perdidas por culpa de enfermedades o accidentes. Pero, en este caso, los investigadores del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, se han alejado un poco del objetivo habitual, ya que han desarrollado unas extremidades robóticas a modo de brazos que dotarí­an al usuario de hasta dos extremidades superiores más, permitiendo a una persona contar con hasta cuatro brazos en un momento determinado. El objetivo es que podamos realizar tareas complejas sin ayuda de otras personas.

El robot, al que por ahora se conoce como Supernumerary Robotic Limbs, ha sido presentado en una conferencia dentro del IEEE Spectrum que ha tenido lugar en China. El prototipo que han mostrado es bastante ligero si tenemos en cuenta que realmente se trata de un robot en toda regla, y es que únicamente pesa 4.5 kilogramos. En la actualidad, ya permitirí­a ser utilizado para realizar tareas básicas como la sujeción de objetos ligeros. De hecho, se ha demostrado que el robot responde bastante bien y permitirí­a ayudar al usuario a sujetar determinadas piezas si en ese momento tiene las manos ocupadas, lo cual serí­a útil a la hora de realizar tareas repetitivas de montaje, para las que hasta ahora se necesita la ayuda de otra persona. El propósito de estos brazos robóticos es el de comportarse como si de una extensión más del cuerpo humano se tratara, con el fin de aumentar las capacidades de movimiento del usuario que lo esté utilizando. Para ello, el robot se acoplarí­a a la espalda de la persona y se encargarí­a de imitar los movimientos de esta, algo que lograrí­a gracias a varios sensores ubicados en el cuerpo del usuario. Estos sensores permitirí­an que el robot calculase la velocidad y la orientación, y gracias a ello, serí­a capaz de predecir qué deberí­a hacer y cómo deberí­a moverse. 

En la actualidad, otro grupo de investigadores del MIT está trabajando en otro brazo robótico más desarrollado que permitirí­a mejorar el trabajo de los encargados de la fabricación de aviones. Para ello, se acoplarí­a a la cintura del operador y le otorgarí­a nuevamente dos extremidades extra que le permitirí­an coger piezas o sujetar a alguien mientras está realizando alguna tarea complicada. El fabricante de aviones comerciales Boeing estarí­a bastante interesado en esta invención, ya que al parecer habrí­a financiado gran parte del proyecto, ya que le permitirí­a aumentar la productividad y mejorar la seguridad de los trabajadores de sus fabricas.

Os dejamos con los ví­deos:

El Bitcoin entra en el MIT

En bitcoin.mit.edu podemos leer los detalles de un proyecto que ha empezado a ponerse en marcha dentro del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Dos estudiantes han conseguido casi 500.000 dólares para hacer posible un proyecto en el que todos los estudiantes ganarán 100 dólares en bitcoins para que empiece a moverse la moneda dentro del campus. La idea de Jeremy Rubin y Dan Elitzer (este último es fundador del club bitcoin dentro del MIT) es trabajar con profesores y empresarios dentro de la universidad para estimular el uso de esta polémica moneda virtual.

Quieren que el MIT, que siempre ha sido referencia mundial en innovación tecnológica, sea un centro donde se investiguen y se implanten nuevas ideas relacionadas con Bitcoin, estudiando, discutiendo y desarrollando nuevas posibilidades. Para ello se basan en una frase de uno de sus fundadores:

Dar a los estudiantes el acceso al bitcoin es análogo al proporcionarles acceso a Internet en los albores de la era de Internet

La distribución de los bitcoins comenzará en otoño, hasta entonces tienen trabajo para desarrollar un mercado interno que funcione con dicha moneda, ayudando así­ a que se mueva el intercambio de un sistema monetario bloqueado ya en varios paí­ses y nunca visto con buenos ojos desde las altas esferas.

Algoritmo del MIT predice la popularidad de nuestras fotos de Instagram

instagram

Ha sido Aditya Khosla, estudiante de doctorado en el laboratorio de ciencia computacional e inteligencia artificial del MIT, quien ha desvelado algunos de los trucos definitivos para que una foto sea popular en Instagram. Gracias a un estudio que ha analizado unas 2,3 millones de fotografí­as en total, leemos en TheVerge sobre los factores en cuestión.

Khosla comenta que su algoritmo le permite, concretamente, predecir cuántos likes recibirá una foto antes de publicarla o subirla. Dicho algoritmo tiene en cuenta factores sociales (el número de amigos que tenemos o usuarios que nos siguen activamente) y los datos que publiquemos junto a la imagen en sí­ (longitud del tí­tulo, etiquetas añadidas, etc). También tiene en cuenta factores como las texturas, el color, el gradiente e incluso el objeto protagonista de la foto en sí­ – en este último caso, ha quedado demostrado que las fotografí­as en las que aparecen personas suelen ser más populares que las fotografí­as de objetos individuales.

Nosotros mismos podemos probar la herramienta de Khosla aquí­, podemos probarla subiendo la imagen directamente a la web o utilizando una API. Se nos advierte de que, obviamente, los cálculos no son 100% exactos – aún así­, en caso de que queramos comparar dos fotografí­as para predecir cuál será más popular en redes sociales es más que probable que se acierte cuál de las dos va a tener más éxito.

MIT crea un sistema para crear sitios web «a prueba de PRISM»

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Desarrollada por MIT (Massachusetts Institute of Technology) nos llega una nueva plataforma orientada a la construcción de aplicaciones web, y que nace con el objetivo de ofrecer determinados servicios de encriptación que se activan directamente en el ordenador del desarrollador, y que así­ pues permiten que los datos se enví­en al servidor de forma segura.

Su nombre es Mylar, nos la presentan en ArsTechnica y es un rediseño de la arquitectura predefinida que permite que las aplicaciones web protejan sus datos confidenciales y eviten ataques. Raluca Popa, co-desarrollador de la plataforma e investigador en MIT, confirma que no tiene ningún sentido confiar en la seguridad de un servidor, y que por ello los datos generados con Mylar se encriptan en nuestro mismo navegador y se desencriptan en el ordenador que los reciba.

El concepto de proteger el enví­o de datos a servidores no es nada nuevo, pero Mylar nace esperando convertirse en algo que los desarrolladores puedan adoptar a escala global. Aún así­, saben que el proceso de convencer a las compañí­as de tecnologí­a para integrar un esquema de encriptación nuevo puede ser extremadamente difí­cil.

Por otro lado, otro de los retos con los que se encuentra Mylar es el riesgo de pérdida de datos permanente sólo por el simple hecho de que un usuario pierda su contraseña, algo en lo que se encuentran trabajando actualmente.

Curso gratuito de Introducción a la Programación, de la Royal Society of Edinburgh [iTunes]

scratch

Encontramos en iTunes U, la store de cursos online de Apple, un curso de introducción a la programación y de diferentes conceptos base relacionados con la computación, creado por la Royal Society of Edinburgh y la BCS Academy of Computing.

El objetivo principal del curso es que el estudiante Realmente el curso es ideal para jóvenes que quieran aprender conceptos básicos en programación y quieran aprender a pensar de la forma correcta para desarrollar el tipo de lógica que hace falta cuando uno se pone a programar, aunque todo el mundo puede asistir. Starting from Scratch estará compuesto por 7 lecciones teóricas y prácticas, algunas basadas en el lenguaje Scratch, creado por el MIT e ideal para los que empiezan en este mundillo.

Además de una buena parte teórica en la que se nos habla de distintos tipos de ordenadores, hardware, software y distintos métodos de diseño de programación; el curso ofrece un buen equilibrio de teorí­a con una buena y esencial parte práctica, en la que podremos aprender programando cómo utilizar variables, cómo introducir posibilidad de decisiones con «if» o «if…else», crear bucles y detectar colisiones con, por ejemplo, comandos como «if…touching», y completar los deberes correspondientes en cada lección. Ya centrándonos en el uso del Scratch del MIT, aprenderemos cuáles son sus principales caracterí­sticas de cara a crear animaciones, sonidos o a utilizar herramientas gráficas.

Para acceder al curso gratuito online, tendréis que bajaros primero la aplicación para iOS iTunes U (podéis descargarla gratuitamente aquí­). Tras completar la instalación de iTunes U podréis acceder al curso en la sección de «Engineering / Computer Science» o buscándolo por el nombre completo «Starting from Scratch».