Tras su lanzamiento en 1989, el microprocesador 486 de Intel supuso un gran avance respecto a versiones anteriores fabricadas por esta compañía, al brindar un desempeño que potenciaba la ejecución de las tareas realizadas en el ordenador.
Con el paso del tiempo fueron surgiendo microprocesadores con características que ofrecían una mejor prestación respecto al 486.