El crecimiento de los agentes de compra basados en inteligencia artificial, como el recientemente lanzado por OpenAI en ChatGPT, ha traído consigo una experiencia de usuario más personalizada y eficiente. Sin embargo, esta innovación ha sido recibida con cautela por algunos gigantes del comercio electrónico. Amazon ha decidido cerrar la puerta a estos bots, impidiendo que su contenido sea accedido por los rastreadores de ChatGPT y otras herramientas similares.
El cambio fue detectado por el analista de comercio electrónico Juozas Kaziukėnas, quien compartió en LinkedIn que Amazon modificó su archivo robots.txt para bloquear a los agentes «ChatGPT-User» y «OAI-SearchBot». Estas etiquetas indican a los rastreadores automáticos de OpenAI que no están autorizados a navegar por el sitio, limitando el acceso a la información en tiempo real desde Amazon.
Por qué Amazon corta el acceso a los bots de IA
El objetivo de estas restricciones parece tener varias capas. En primer lugar, Amazon ha sido muy cuidadoso con el uso de su contenido para entrenar modelos de inteligencia artificial, y ya había bloqueado previamente al bot «GPTBot» de OpenAI. La preocupación principal gira en torno al control sobre la experiencia de compra y la protección de sus ingresos publicitarios, que alcanzan los 56 mil millones de dólares al año, según Modern Retail.
Si un asistente como ChatGPT es capaz de buscar y mostrar resultados sin pasar por la interfaz oficial de Amazon, se pierde una parte crucial del modelo de negocio: la exposición a anuncios y productos destacados. En otras palabras, los bots podrían estar guiando a los usuarios directamente a los productos, dejando de lado los elementos promocionales que generan ingresos para la plataforma.
Amazon tampoco quiere que agentes externos manejen decisiones clave como el precio, el tiempo de envío o las recomendaciones personalizadas. En una carta dirigida a Perplexity AI, otro servicio de IA con capacidades similares, Amazon expresó que estas herramientas podrían alterar la experiencia del cliente e incluso representar riesgos de seguridad.
Rufus: el asistente de Amazon frente a ChatGPT
Lejos de oponerse a la IA en sí, Amazon está apostando por sus propias herramientas. Rufus, su asistente basado en inteligencia artificial, ha demostrado ser una pieza clave en el aumento de ventas. Según datos de Sensor Tower citados por TechCrunch, durante el Black Friday, el número de personas que utilizó Rufus para buscar y comprar productos creció un 100% en comparación con el mes anterior. Aquellos que compraron sin usar la herramienta aumentaron solo un 20%.
Este dato refuerza la estrategia de Amazon: si van a incorporar IA en la experiencia de compra, prefieren que sea con una herramienta desarrollada internamente, que mantenga el flujo de usuarios dentro de su ecosistema y asegure el control sobre los datos y las decisiones de compra.
Qué pueden hacer ahora los usuarios de ChatGPT
El ChatGPT Shopping Agent había sido lanzado a finales de noviembre con la promesa de actuar como un asistente de compras virtual. El usuario podía indicar sus preferencias de producto, presupuesto, y características deseadas, y el bot se encargaba de buscar opciones en diferentes tiendas en línea. Pero ahora, cuando se le pide que busque productos en Amazon, ChatGPT evita ofrecer enlaces directos o incluso cambia el destino de las recomendaciones hacia minoristas como Walmart, eBay o Soaplicity.
Aunque en ocasiones aisladas ChatGPT puede proporcionar un enlace a Amazon, eso se debe a que conserva información previa en su base de datos a partir de rastreos antiguos. Sin embargo, esta información no está actualizada, lo que disminuye su utilidad en decisiones de compra que requieren datos recientes.
Una función adicional, llamada Instant Research, permitía incluso realizar compras desde el propio ChatGPT, sin necesidad de visitar el sitio del minorista. Esta posibilidad, evidentemente, entra en conflicto directo con la estrategia de Amazon.
Perspectivas futuras y posibles acuerdos
Aunque el gesto de Amazon podría parecer definitivo, la empresa ha dejado abierta una puerta al diálogo. Durante una llamada de resultados, el CEO Andy Jassy mencionó que están en conversaciones con agentes de compras de terceros y que es posible que surjan formas de colaboración en el futuro.
Esto sugiere que Amazon podría estar dispuesto a permitir el acceso a ciertos bots, siempre y cuando haya acuerdos previos que garanticen transparencia, seguridad, y tal vez incluso un modelo de monetización compartida.
La decisión de Amazon marca un punto de inflexión en la relación entre comercio electrónico e inteligencia artificial. Mientras algunas plataformas exploran cómo delegar tareas complejas a la IA, otras prefieren mantener un control estricto del entorno digital donde se realiza la transacción. Es una tensión natural en una industria que se transforma rápidamente, y que está empezando a definir las reglas de juego entre tecnologías emergentes y modelos de negocio tradicionales.