Se confirma la compra por parte de Google del popular portal de videos Twitch.tv en el que los usuarios comparten campeonatos y otras partidas de videojuegos en vivo y en directo vía streaming. La transacción rondaría los mil millones de dólares según afirman en VentureBeat donde Dean Takahashi (especialista en videojuegos y previamente editor en The Wall Street Journal y LA Times) anuncia la adquisición gracias a fuentes cercanas al tema (tan confiables como las de Variety de las que hablamos en su momento). Según lo consultado con los implicados, los detalles se expondrían a más tardar en septiembre en su evento GamesBeat 2014.
La plataforma de Twitch, que por cierto ha sido creada por los fundadores de Justin.tv, permite publicar y transmitir videos directamente desde XBox, PlayStation y PC, y cuenta con más de 50 millones de usuarios entre los que se cuentan los participantes de las partidas como quienes solo visitan el sitio para visualizarlas y/o interactuar con otros usuarios. Pues bien, la idea de Google es valerse de todo esa comunidad, experiencia y capacidad de Twitch en el streaming de videojuegos para ponerlas a disposición de sus cientos de millones de usuarios a través de YouTube.
Mejor aún, la estrategia específica -que aquí especulamos- podría ser combinar las transmisiones en vivo de Twitch (así como los videos ya publicados) con los canales de YouTube, quizá vía Hangouts on air, y manejar algún sistema de acuerdos para monetizar la plataforma resultante bien sea a través de anuncios tipo AdSense o mediante convenios específicos con firmas de videojuegos y medios de la fama de GameSpot y Joystiq que ya transmiten sus contenidos en Twitch.
Eso sin contar con la infraestructura de Google que enriquecería las transmisiones haciéndolas más estables y con una mayor calidad de video a su disposición; Incluso, imaginando un poco más y atendiendo al enfoque de Google, podría pensarse en que las transmisiones se extendieran al mundo de los móviles. En fin, restará esperar el anuncio oficial pero ya es un hecho la transacción de una relevancia sin igual pues equivaldría a una inversión casi tan alta como el monto que tuvo que pagar Google para quedarse con YouTube en el 2006: 1.650 millones de dólares.
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