Los dispositivos móviles de uso cotidiano rastrean mucha información sobre nuestra actividad. En la medida de que esta situación comenzó a conocerse más masivamente, surgió un generalizado interés por la privacidad digital de estos espacios.
A pesar de que la mayoría de los servicios asociados a estas plataformas ofrecen un modo “libre de rastreo”, que restringe la transmisión de estos datos, hay información que sigue siendo enviada, a pesar de la voluntad expresada por del titular de cada dispositivo.