Son muchos los científicos que ven en los satélites y telescopios un recurso que pueden aprovechar para realizar investigaciones que se extienden más allá de los confines de nuestro planeta, siempre con el fin de encontrar respuestas a temas como el cambio sufrido por los océanos consecuencia del calentamiento global o los agujeros negros que se encuentran ocultos en galaxias lejanas.
Sin embargo, hacer todo esto requiere la construcción de satélites y telescopios potentes, lo cual implica una inmensa inversión de dinero que solo puede ser cubierta por los gobiernos, agencias espaciales nacionales o personas con un vasto poder adquisitivo.
Durante años se han llevado a cabo estudios sobre Marte a fin de determinar la viabilidad que presenta este planeta para brindar al ser humano la posibilidad de establecerse y formar allí una colonia.
Esto ha hecho que con el tiempo surjan proyectos que contemplen como objetivo llevar seres humanos al planeta rojo, ya sea a través de las agencias espaciales gubernamentales o privadas.
Con el paso del tiempo los vuelos espaciales han estado adquiriendo mayor notoriedad, dado el interés de compañías como SpaceX en permitir que estos puedan algún día estar al alcance de personas comunes.
Así también, las agencias espaciales han estado esforzándose por descubrir nuevas maneras de acortar el tiempo de viaje de las naves y cohetes que serán usados en las próximas misiones.
Sin importar cuántas franquicias aparezcan en el cine con el paso del tiempo, ninguna generará en el publico la misma pasión que Star Wars, la cual, parece mantenerse intacta desde el estreno de la primera película hace más de 40 años.
Y es que los fans de Star Wars se han caracterizado por ser uno de los mas exigentes de toda la comunidad geek al punto de conocer cada uno de los personajes y elementos que han aparecido a lo largo de esta saga interestelar, incluyendo las naves, de las cuales, ha sido numerosa la cantidad de modelos que han aparecido a lo largo de esta franquicia. Continúa leyendo «Si eres fanático de Star Wars este paseo por la Millenium Falcon te fascinará»
Enviar una sonda al espacio interestelar para 2030 se ha convertido en el objetivo a cumplir de un equipo de investigadores del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, quienes se encuentran a la espera de la NASA para su aprobación.
Subir a una nave espacial y tardar solo 20 años para llegar a la estrella más próxima parece algo salido de ciencia ficción, pero el proyecto para tener una nave así ya está en marcha, y tiene hasta nombre: StarChip.
Una nave espacial de casi 500 metros de largo, eso es lo que quieren construir en una ciudad de Canadá, y para ello están solicitando 2 mil millones de dólares canadienses (1,8 millones de dólares de Estados Unidos) en indiegogo.com.
Ayer vimos como una nevera portátil pasó de los diez millones de dólares, mostrando al mundo el interés que pueden despertar las pequeñas cosas de la vida. Hace unas semanas vimos también una enorme cantidad de dinero para ayudar a un tipo a hacer una ensalada de patatas (terminó con más de 55.000 dólares). Si tenemos esto en mente, no sería extraño que en Vulcan, ciudad en cuestión, consiguieran su objetivo.
Lo que llama la atención es que tienen pensado construir la nave y hacerla funcionar, motivo por el cual especifican que ese dinero sería únicamente para invertirlo en investigación, ya que la nave en cuestión costaría billones (o trillones) de dólares.
Es ahí donde se pierde la gracia, ya que el primer paso, lo primero que harán con el dinero, es dedicarlo a crear la tecnología que permita realizar viajes a velocidades superiores a la de la luz, y me temo que eso es algo difícil de poner en un presupuesto.
El caso es que si donáis 10.000 dólares seréis parte de la primera tripulación que haga un viaje a otras galaxias… suena bien, ¿verdad?.
