Al parecer, desde Japón han descubierto una técnica mediante la cual sería posible crear tanto agua dulce como agua salada de forma artificial. Gracias a ello, se abrirían las puertas a la cría de especies acuáticas en zonas de montaña, lo que permitirá a los habitantes de Camboya -zona donde se están realizando las pruebas- abrir tres granjas de camarón en sus montañas este mismo verano.
¿En qué consiste este proceso?
La técnica ha sido desarrollada por un profesor de ciencias de la Universidad de Okayama llamado Toshimasa Yamamoto. El proceso para crear agua artificial consiste en la mezcla de agua dulce con la cantidad adecuada de minerales; incluyendo sales, potasio y calcio en su justa medida. Concretamente, por cada litro de agua se añaden 10 gramos de estos minerales. Gracias a esta nueva y asombrosa técnica se podrá convertir una zona montañosa en un lugar totalmente apto para la cría de especies marinas. Desde que se patentó la técnica en el año 2012, se han hecho ya experimentos con peces tigre y anguilas. Continúa leyendo «Una ”˜tercera agua”™ hace que la acuicultura sea posible en las montañas camboyanas»
Directivos de la cadena japonesa de tiendas de gafas JINS han informado acerca del desarrollo de unas gafas que serían capaces de medir el nivel de fatiga y cansancio del portador basándose en los movimientos de nuestros ojos y la frecuencia con la que parpadeamos. Según informaba Masahiko Inami, profesor de ingeniería que colaboró con la compañía en el desarrollo de las gafas, la información suministrada por las mismas podría ayudar a comprender aspectos de uno mismo que hasta la propia persona desconoce.
Pero, ¿cómo funcionan?
Las gafas, con una autonomía de ocho horas, cuentan con tres sensores desarrollados por la Universidad de Tohuku y el Instituto Shibaura de Tecnología ubicados en el puente y en las almohadillas para la nariz. Estos sensores serían los encargados de recopilar y analizar todo tipo de datos diferentes: movimientos que realizamos normalmente con los ojos, la frecuencia con la que parpadeamos, detectar ligeras diferencias en espacios de tiempo, etc. Gracias al análisis y estudio de toda esta información se pueden controlar los distintos niveles de somnolencia y medir la capacidad de concentración del usuario, emitiendo avisos si el portador está empezando a cansarse o a mostrar signos de pérdida de concentración, lo que sería de utilidad en tareas en las que se requiere tener puestos los cinco sentidos, como por ejemplo conduciendo.
También cuentan con aplicación práctica en el mundo del deporte, ya que unos sensores ubicados en las patillas se encargan de registrar información recogida a través de las sienes del usuario con el fin de detectar las variaciones en los movimientos de la cabeza, lo que posteriormente podría servir para que el usuario visualice su postura corporal durante el ejercicio y conocer las calorías quemadas o el número de pasos dados. Posteriormente, todos y cada uno de los datos recopilados serían enviados automáticamente al smartphone del usuario o a su ordenador por vía inalámbrica para su mejor observación.
Al haber sido desarrolladas por un fabricante de gafas convencional, estas cuentan con una montura tradicional y un aspecto de lo más normal, como si de unas gafas tradicionales se tratase, por lo que no parecen un dispositivo tecnológico. Además, se ha puesto mucho empeño en que las gafas no fuesen muy pesadas, lográndose finalmente un peso normal de 36 gr. Desde los altos cargos de la empresa han informado que planean lanzar a la venta este nuevo dispositivo durante la primavera del próximo año 2015, aunque el precio aún se desconoce, se sabe que variará dependiendo de si necesitamos cristales graduados o no.
Hoy en día es cada vez más común oír hablar acerca de decenas de propuestas surgidas para luchar contra el cambio climático, así como multitud de predicciones acerca de cómo será nuestro planeta en unas cuantas décadas si no apostamos por el uso de recursos renovables y reducimos nuestras emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Si nos paramos a pensar en algunas de las cosas que más contaminan es inevitable nombrar los medios de transporte y el uso de combustible provenientes de recursos limitados. Pongamos por ejemplo el caso que nos ocupa hoy: los aviones. Éstos hacen un uso intensivo de un recurso limitado como es el petróleo, de donde se obtiene el queroseno que se utiliza como combustible en los motores a reacción y turbinas de gas. Por esta razón, cada vez un mayor número de investigadores se están centrando en encontrar nuevas formas de obtener combustibles de una forma más renovable y limpia.
A mediados del año 2011 surgió un proyecto financiado por la Unión Europea conocido como SOLAR-JET, en relación al cual podemos encontrar varias importantes organizaciones de investigación de todo el mundo, entre las que destacan nombres como ETH Zurich. Últimamente SOLAR-JET está siendo noticia gracias a un sorprendente descubrimiento, y es que según han comunicado desde esta organización, han descubierto la forma de obtener queroseno de un modo totalmente ecológico y renovable: tan solo haciendo uso de la luz solar, agua y dióxido de carbono. Aunque pueda sonar a película de ciencia ficción, tan solo se hace uso de estos elementos.
Lo más probable es que a estas alturas te estés preguntando cómo se descubrió y cuál es el proceso, y no es para menos, ya que es realmente sorprendente. El procedimiento consistió en utilizar luz solar simulada para convertir el dióxido de carbono y el agua en algo conocido como ”˜gas de síntesis”™ en un reactor a altas temperaturas. Posteriormente, este gas fue transformado en queroseno por la petrolera Shell utilizando el proceso conocido ”˜Fischer-Tropsch”™.
Imagen: SOLAR-JET
Gracias a este descubrimiento se ha logrado descubrir la formar de obtener un carburante que hasta ahora tan solo se podía producir tras la destilación del petróleo. No cabe duda de que estamos ante un descubrimiento que podría revolucionar totalmente el futuro cercano de los combustibles tal y como se conoce hasta ahora, y es que se trata de la primera producción jamás lograda de un carburante sintetizado y renovable. Además, con el mismo proceso se podría llegar a obtener cualquier otro tipo de combustible como diesel, gasolina o hidrógeno de la forma más sostenible posible.
¿Recordáis aquellos increíbles libros a lo «elige tu propia aventura» que nos volvían locos de pequeños? Como todo en esta era tecnológica, el concepto de crear historias interactivas ha evolucionado, cosa que podemos comprobar utilizando Adventr.
Adventr es un nuevo servicio que nos permite crear nuestra propia historia interactiva, eligiendo el siguiente paso en el argumento, y utilizando el vídeo interactivo como medio. Utilizar el servicio es facilísimo, simplemente tendremos que subir los clips grabados previamente al servicio y ordenarlos de forma que cada uno componga un capítulo de la historia que hemos creado, con distintas ramificaciones según tomemos una decisión u otra. Al finalizar nuestra composición, podemos compartir el vídeo o insertarlo en nuestro propio sitio web o blog – pudiendo realizar todo el proceso sin necesidad de programar o de realizar ninguna descarga.
El servicio se creó inicialmente con la intención de ser una herramienta de marketing dedicada a los anuncios interactivos, pero siendo conscientes de su potencial, la compañía lo ha hecho público para todos aquellos usuarios que quieran dar rienda suelta a su creatividad. Lo cierto es que una herramienta así puede tener muchas aplicaciones, no sólo orientadas al entretenimiento sino también como recurso educativo, como guía o como documental.
Podéis utilizar el servicio y también ver varios ejemplos de vídeos interactivos en el sitio web oficial.
Si queréis saber si existe alguna relación entre el consumo de queso y el número de divorcios, o entre los peatones atropellados por trenes y el número de abogados, tylervigen.com es vuestro sitio web ideal, presentado hace pocas horas en theverge.
Se trata de una aplicación en la que podemos seleccionar decenas de variables y buscar su correlación con otras muchas, encontrando semejanzas que pueden servir de inspiración para las más disparatadas teorías.
Son datos reales obtenidos de fuentes fiables que, guardados en una base de datos, sirven como alimento para que cada usuario pueda realizar gráficos de su evolución durante los últimos años. En la página principal tenemos algunas de las relaciones más extrañas, aunque pulsando en «encuentra una nueva correlación» podemos jugar con las variables que deseemos.
Al crear una nueva relación podemos seleccionar la categoría original y esperar a que muestre las variables relacionadas. La segunda categoría estará directamente relacionada con la primera, por lo que siempre veremos gráficos con una correlación alta.
Ideal para crear temas de discusión para un domingo por la noche.
En la revista Nano Letters se ha publicado un artículo, con el título «“In-situ Synthesis of Carbon Nanotube-Graphite Electronic Devices and Their Integrations onto Surfaces of Live Plants and Insects», que muestra como un equipo coreano ha desarrollado un método que utiliza múltiples catalizadores para poder crear sensores que caben en una uña humana o o en el dorso de un escarabajo.
El diseño del dispositivo se aprovecha de las propiedades de nanotubos de carbono semiconductores para que sirvan como los transistores o los sensores, mientras que las propiedades conductoras del grafeno le permite servir como material para las interconexiones.
Los sensores electrónicos flexibles se mantienen unidos a las superficies gracias a las fuerzas de van der Waals, que, tal y como comentan en spectrum.ieee.org, donde hay algunas imágenes del dispositivo conectado en plantas y escarabajos, representan a todas las fuerzas de atracción o repulsión entre las moléculas que no tienen enlaces covalentes.
Lo han probado ya en insectos y plantas con sensores que detectan la presencia de gas nervioso, aunque podrían ser utilizados para controlar una gran variedad de condiciones ambientales, incluyendo la temperatura, la humedad, la contaminación y las infecciones. Los dispositivos no necesitan una batería gracias a una antena en los dispositivos que se puede utilizar para suministrar potencia.
Tinta seca, resultado mediocre, problemas en la impresora.. son más que conocidos los efectos secundarios de «querer ahorrar» usando cartuchos de tinta no originales, y ahora HP ayuda a entender los motivos por los que es importante usar cartuchos originales con una infografía recientemente publicada.
En ella vemos cómo el cartucho es el elemento más complejo de la impresora, motivo por el cual a veces es más caro comprar un cartucho que una impresora nueva. Al cambiar un cartucho de una marca por otra estamos afectando al 70% del funcionamiento de la impresora, preparada para funcionar con una tinta específica, y es ahí donde está el secreto de la impresión.
Vemos en la infografía el resultado de las pruebas de fijación de la tinta de los cartuchos HP, lo que permite que se puedan disparar hasta 40.000 gotas por segundo. Para ello es necesaria una densidad específica, ya que en caso contrario esta matemática deja de funcionar tal y como se había pensado originalmente. De hecho se invierten entre 3 y 5 años en el desarrollo de una nueva tinta, en laboratorios extremadamente especializados, comparándolos con operaciones del programa espacial de la NASA, donde un pequeño error puede acabar con todo el proyecto.
Además de la fiabilidad ofrecida, resultado del trabajo antes mencionado, prometen que los cartuchos originales pueden imprimir hasta un 50% más que los «piratas», incluso los resultados duran 50 veces más, siendo más resistentes a las condiciones climáticas.
Termina la infografía hablando del programa HP Planet Partners, programa que se encarga de reciclar los cartuchos para evitar que acaben en vertederos.
Energía creada de forma limpia, barata y sencilla, eso es lo que Daniel Nocera muestra en este reportaje de la CNN en el que se muestra un pequeño dispositivo, una «hoja artificial» que es capaz de separar el oxígeno del hidrógeno del agua cuando recibe luz solar.
No es la primera vez en la historia que se intenta realizar la fotosíntesis de forma artificial, de hecho hay un artículo completo en Wikipedia que explica estos intentos, aunque por el artículo de la CNN parece que esta vez estamos hablando de algo más que un simple «intento».
Se trata de una tira de silicio recubierta con compuestos metálicos de bajo costo – un catalizador de fosfato de cobalto que estimula la creación de oxígeno, y una aleación de níquel y zinc que hace lo mismo para el hidrógeno. El proceso sólo consume la energía que recibe del sol, algo que fue poco eficaz cuando se probó la primera vez, en 2008, pero que parece que ahora mejora a la propia naturaleza, aprovechando el 7% de la luz recibida (las hojas de las plantas solo aprovechan el 1%).
El objetivo es que con dos botellas de agua se pueda proporcionar energía para un hogar con una fuente de alimentación de 100 vatios constante, con suficiente hidrógeno embotellado y oxígeno para alimentar la casa durante el día y la noche.
Electricidad inalámbrica, una forma de generar hidrógeno, un combustible extremadamente poderoso que, si este invento continúa desarrollándose, permitirá olvidar las fuentes de energía actuales.
Una vez conseguido el hidrógeno podría combinarse con CO2 para producir el tipo de combustibles líquidos con los que estamos más familiarizados (gasolina o diesel), aunque para realizar ese proceso será necesario avanzar más en la idea.
Siempre he pensado que los paraguas deben reinventarse. Andar con una mano ocupada en la calle, protegiendo la cabeza y poco más (principalmente cuando hay lluvia con viento) no es una buena idea, y parece que hay pocos preocupados en crear algo más adecuado para estas situaciones.
Es cierto que ya se han visto proyectos en los que el paraguas se ata en la cabeza, y otros que expulsan la lluvia con ondas de sonido, pero nada práctico, nada que pueda llevarse al mercado con un precio asequible.
Y mientras seguimos esperando el «paraguas del siglo XXI», trabajan ahora en aprovechar que millones de personas en todo el mundo los usan para analizar las gotas de agua que caen del cielo.
Así lo muestran en este artículo de la BBC, donde describen un dispositivo que detecta la caída de las gotas de lluvia y envía información vía bluetooth al dispositivo móvil responsable por guardar y procesar la información. Este aparato se pondría en la parte inferior y sería capaz de analizar las vibraciones producidas por las gotas, midiendo así su intensidad y distribución.
Hace un tiempo que ya oímos que las abejas de todo el mundo están muriendo poco a poco. Dejando de lado que una nueva especie vuelve a estar en riesgo, este hecho es extremadamente preocupante de cara a la supervivencia de la vida en el planeta, pues justamente las abejas son cruciales para el mantenimiento de todas las especies dado que son las responsables de la polinización.
Por este motivo, un grupo de científicos de Harvard ha empezado a diseñar un prototipo de abejas robot («Robobees«) con el objetivo de insertar en la naturaleza una sustitución robótica de estos animales, programada para realizar tareas de polinización artificial.
Los nuevos ágiles y coordinados insectos podrían utilizarse para polinizar campos de forma programada y autónoma, para realizar tareas de búsqueda y rescate en caso de desastres naturales, para realizar tareas de vigilancia militar, y también para mapear el clima o monitorizar tráfico. Una de las áreas que serán más complicadas en este proceso de diseño será sin duda la creación de sensores inteligentes en este contexto, que serían equivalentes a los ojos y las antenas de la abeja – el propósito es crear un sistema de hardware y software que equivalga a un cerebro y que pueda notar objetos y monitorizar el vuelo.
Obviamente no es una mala solución y seguramente las nuevas Robobees serían efectivas, pero seamos conscientes de que la mejor de las soluciones sería colaborar todos juntos para que las abejas originales no se extinguiesen en primer lugar.