En enero os hablamos de la máquina que transformaba excrementos humanos en electricidad y en agua potable, un invento financiado por Bill Gates, uno de los muchos en los que está trabajando uno de los hombres más ricos del mundo.
Ahora se confirma que lo que invierte actualmente en energías renovables se duplicará en los próximos cinco años: dedicará hasta 2.000 millones de dólares de su propio bolsillo en proyectos que sean capaces de generar energía de forma limpia, sin depender de combustibles fósiles. Comentan en the Financial Times que eso es prácticamente el doble de lo que ha invertido actualmente, resultado de su preocupación por el cambio climático. Ha invertido cerca de 1000 millones a través de 15 empresas de forma directa y de otras 30 indirectamente (con inversiones de capital de riesgo).
Gates, que está en la lista de Forbes como la persona más rica del mundo, tiene un patrimonio neto de casi 80 mil millones de dólares, muy poco si se espera que la solución en el quesito renovable llegue solo de su bolsillo. Él mismo dijo que en todo el mundo se espera que la energía renovable obtenga 8 billones de dólares («8 trillions«) de inversión en los próximos 25 años, incluyendo 3,7 billones solo en energía solar.
Los costes de energía solar y eólica son cada vez menores, y las empresas de tecnología cada vez las usan más en sus centros de datos. Cisco Systems anunció esta semana la instalación solar de 20 megavatios prevista en el desierto de California para alimentar su sede en San José; Apple, en febrero, dijo que gastaría casi 850 millones de dólares para la compra de una planta solar justo al sur de Silicon Valley, y hasta ahora Google ha gastado más de 1.500 millones a nivel mundial en proyectos de energía limpia.
Gates comentó que seguramente el dinero irá para incentivar la innovación, ya que solo así se podrá avanzar en una categoría que sigue creciendo más despacio de lo que todos pensábamos que ocurriría.
