Robots humanoides con la Inteligencia Artificial de OpenAI

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Robot con ChatGPT

Era cuestión de tiempo, se anunció una colaboración que captura la imaginación de quienes seguimos de cerca el desarrollo tecnológico: la empresa emergente Figure, especializada en robots humanoides, ha establecido una alianza estratégica con OpenAI, conocidos por su desarrollo de ChatGPT. Esta unión no solo promete avanzar significativamente en el campo de la robótica sino que también cuenta con el respaldo financiero de figuras y entidades de renombre en la tecnología, incluido Jeff Bezos y compañías como Microsoft, Nvidia, Intel, y la propia OpenAI.

Ubicada en Sunnyvale, California, Figure aún está en sus fases iniciales, sin un producto comercial en el mercado. Sin embargo, la visión de la compañía de poblar el mundo con robots humanoides ha logrado atraer una impresionante inversión de 675 millones de euros, mostrando una confianza considerable en su propuesta futura.

Mirad el vídeo que publiqué en este enlace.

La idea de robots que imitan la forma y la capacidad de acción humana ha sido objeto de debate entre los expertos en robótica. La complejidad de replicar el movimiento bípedo y la manipulación de objetos ha sido un desafío durante décadas. Sin embargo, la posibilidad de que estos robots realicen tareas que las personas prefieren evitar o para las que hay escasez de mano de obra, abre un panorama amplio para su aplicación.

Desde el punto de vista de OpenAI, este proyecto marca un regreso a la robótica, un área que habían explorado antes de concentrarse en modelos de lenguaje AI como ChatGPT. La integración de sus tecnologías en los robots de Figure promete expandir las capacidades de estos últimos más allá de la simple automatización, permitiéndoles entender y procesar el lenguaje natural, lo cual podría ser un cambio significativo en cómo interactuamos con las máquinas en nuestro día a día.

Es fascinante pensar en las aplicaciones prácticas de estos avances. Figure ya ha anunciado un acuerdo con BMW para emplear sus robots en una planta de automóviles en Spartanburg, Carolina del Sur, aunque los detalles específicos de su implementación todavía están por definirse.

Sin embargo, no todos ven con optimismo este enfoque hacia la humanización de la robótica. Críticos como Whitney Rockley, cofundadora de McRock Capital, prefieren una visión más pragmática, invirtiendo en robótica no humanoide que puede ofrecer soluciones prácticas a corto plazo. A pesar de esto, el entusiasmo por explorar las fronteras de lo que la tecnología puede lograr sigue siendo un motor importante para la innovación.

En mi experiencia, el equilibrio entre la fascinación por la tecnología y la aplicación práctica de la misma siempre ha sido clave. La colaboración entre Figure y OpenAI es un testimonio de la fe en el potencial tecnológico y un recordatorio de los retos que enfrentamos al intentar replicar la complejidad del comportamiento humano en máquinas.