La Oficina para la Protección de Datos Personales de Polonia (UODO) ha iniciado una investigación sobre ChatGPT, el chatbot de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI. Este caso pone de manifiesto la creciente tensión entre la innovación en el campo de la inteligencia artificial (IA) y las estrictas regulaciones de protección de datos en la Unión Europea.
La inteligencia artificial ha experimentado un rápido desarrollo en los últimos años, con aplicaciones que van desde el reconocimiento de voz hasta la generación de texto. Paralelamente, la Unión Europea ha implementado el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), una normativa que establece directrices estrictas sobre cómo se deben manejar los datos personales.
El investigador de privacidad y seguridad Lukasz Olejnik presentó una queja en la que acusa a OpenAI de múltiples violaciones del GDPR. Olejnik cuestiona la transparencia de OpenAI en su procesamiento de datos y critica la falta de claridad en sus políticas de privacidad por diseño.
La UODO, una autoridad reguladora polaca, ha tomado la iniciativa de investigar estas acusaciones. La complejidad de este caso radica en que OpenAI es una empresa con sede fuera de la UE, lo que añade capas adicionales de dificultad al proceso de investigación.
Este caso podría sentar un precedente en cómo se abordan las tecnologías de IA en el contexto de la regulación de datos en la UE. No es el primer caso de este tipo; autoridades en Italia y España también han iniciado investigaciones similares.
En un intento por navegar en este entorno regulatorio complejo, OpenAI ha abierto una oficina en Dublín, Irlanda. Sin embargo, esta medida aún no ha cambiado su estatus en términos de cumplimiento del GDPR en la UE.
Más información en uodo.gov.pl