La educación desde una perspectiva disruptiva

El dí­a 3 de la Sala de Prensa CLED 2013 trajo consigo una discusión de mucha actualidad educativa: las tendencias disruptivas. Nuevamente bajo la magistral conducción de Sybil Caballero, invitados de la talla de Juan Domingo Farnós, Javier González de la Fundación Telefónica y Ángel Alvarado; acompañados además por el cronista de la sesión, Salomón Rivero López.
Primeramente, Farnós refirió que la disrupción plantea un nuevo tipo de educación que entre todos debemos diseñar, la cual proviene de las ideas expuestas por Clayton Christensen. La educación disruptiva trata de hacer otra educación, no seguir haciendo lo mismo, esto debido a que las caracterí­sticas de las personas hoy no son iguales a las de antes. Para Farnós,

a veces se requiere más pedagogí­a y a veces más tecnologí­a. Traemos lo mismo de antes y no traemos otras cosas que sirvan a ellos para el futuro… el docente común en una educación disruptiva, o cambia de rol o no sirve para nada.

Finaliza señalando que ha llegado el momento de que la escuela deje de pensar que es un ente sólo y se inmiscuya en el ámbito social. No debemos limitarnos a las instituciones formales, señala, hay que ir a la sociedad.
Seguidamente, Javier González expresa que existen 4 claves para la educación de hoy:

1) El sistema educativo tiene que ser abierto, y si no se abre a la sociedad difí­cilmente puede dar respuestas. Se debe entender que la clase no es una caja oscura cerrada sino que tiene que abrir la experiencia y colaborar.
2) La tecnologí­a siempre será secundaria, estará subordinada a la pedagogí­a.
3) Los aprendizajes deben ser cada vez más personalizados y la dinámica cada vez más activa.
4) La sociedad del futuro debe plantearse cómo será la educación del siglo XXI y sobre esa base definir cuáles serán las tecnologí­as más apropiadas.

Agrega íngel Alvarado que uno de los grandes retos para el docente es comprender que la enseñanza y el aprendizaje no son lo mismo; y sin embargo, los estamos intentando comprender con los mismos fundamentos de la didáctica clásica, los cuales poco ayudan a comprender el comportamiento de nuestros hijos y nuestros estudiantes. A juicio de Alvarado, las tecnologí­as llevan 3 pasos delante de la pedagogí­a, las tecnologí­as “empujan” a la didáctica a adaptarse, mientras la escuela que tenemos no da respuestas.
Finalmente, Salomón Rivero López apunta que comúnmente quienes defienden la educación disruptiva lo hacen desde las ideas de Clayton Christensen, sin embargo, este autor lo que plantea ”“en el ámbito empresarial”“ es atender a la demanda de los clientes menos exigentes bajando la calidad de los productos, y así­ disruptir el mercado. Como se ve, estos son conceptos muy poco convenientes para la educación, por lo que Rivero prefiere atender a las ideas que sobre disrupción plantea Jean Marie Dru:

La disrupción es una forma de prepararse para el cambio, de estar siempre alerta. De decir no a la inercia. La discontinuidad es, entonces, la esencia del cambio y fundamento de la disrupción.

La sala de prensa completa, a continuación:
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Disruptir en la educación… mucho más que innovar

Del 13 al 20 del mes en curso se desarrolló totalmente en lí­nea el III Congreso de Conocimiento Libre y Educación (CLED 2012), y en este marco se llevaron a cabo diversos encuentros de la llamada Sala de Prensa, moderada por Sybil Caballero de la Universidad Central de Venezuela y José Rodrí­guez de Puentes al Mundo. Debido a múltiples circunstancias, se imposibilitó el reportar estas experiencias tan pronto como se iban presentando, sin embargo, a partir de este artí­culo desarrollaré las ideas más relevantes presentadas en la Sala de Prensa, iniciando por todo lo alto, con la entrevista realizada a Juan Domingo Farnós, especialista en disrupción educativa.
En esta oportunidad, Juan Domingo habló sobre las caracterí­sticas de la educación en este momento histórico, destacando que se ha producido un cambio social, en todas partes del mundo y eso va a implicar a la educación. Aunque sin saber a ciencia cierta si será de la educación como la conocemos ahora o si será aquello de los ”˜no lugares”™, de la educación invisible.

Va a cambiar todo y por ello hay que repensar y redefinir la educación.

Al hablar de Twitter, es tajante al señalar que obviamente ésta no es una red social, sino una herramienta de comunicación. Al tratarse de una herramienta que reúne a la gente, categoriza que lo que importa realmente es lo que la sociedad quiere, cómo quiere hacerlo. La sociedad es la que debe dictaminar lo que se ha de hacer. Desde esta óptica, los modelos educativos se tienen que redefinir, y en la deseducación podrí­a estar la repuesta… deseducar es una forma de educar, sin embargo, para concretar lo que se ha de hacer se debe considerar que estamos en otra época y esta época tiene aún que redefinir por dónde quiere ir.

Las tecnologí­as de hoy son mucho más hipermedia, mucho más transmedia, lo que hace que la expansión de conocimientos y aprendizajes se transmita de una manera mucho más exponencial, viral, por lo tanto las tecnologí­as sí­ que van a condicionar las maneras de educar.

Respecto a la educación disruptiva, indica Juan Domingo Farnós que la disrupción puede ser voluntaria o no voluntaria, es decir, Ivan Illich aboga por la desescolarización, como también lo hací­a Freinet. Roger Schank también aboga por lo mismo. Juan Domingo dice no abogar por una desescolarización total sino por una libertad de educación, es más, aboga por que la sociedad diga lo que quiera hacer.

¿La disrupción es innovación? Para nada! Innovar es mejorar lo que hay y disrupción quiere decir crear otra cosa. Esta sociedad es otra sociedad, y como es otra sociedad no tiene por qué seguir los pasos anteriores. Si de algunas maneras Gutenberg con los libros logró hacer otra sociedad, internet también ha logrado hacer otra sociedad. Lo que pasa es que estamos en un tiempo en el que no sabemos hacia dónde vamos.

Para Farnós, la escuela y la universidad se caracterizan por no ser disruptivas para nada, por el contrario presentan una educación formal, curricular, obligatoria, con competencias, con objetivos, todos totalmente predecibles y totalmente alejados de lo que es la sociedad, es decir, que si antes la escuela estaba alejada de la sociedad, ahora lo está más, y contrario a esto, la educación se debe basar en la libertad de las personas y de las comunidades. Incluso la palabra educación puede ser redefinida.