De la misma forma que ocurre en otros países, Estados Unidos ha estado durante muchos años publicando en Internet información relacionada con la demografía, la salud pública, el consumo de energía, estadísticas sobre los ingresos familiares y muchos otros temas, una enorme cantidad de información que, hasta ahora, no tenía un punto central para navegar por ella, un «google» especializado en esos datos.
El MIT ha decidido solucionar ese problema, y para ello acaba de presentar datausa.io, un buscador desde el cual es posible acceder a los datos del gobierno ofreciendo un sistema de visualización extremadamente completo de datos públicas de Estados Unidos. Es libre, con código abierto, y ha sido creado para, según sus fundadores: «transformar los datos en historias en forma de gráficos, tablas y resúmenes escritos». Continúa leyendo «MIT crea sistema de visualización de datos públicos en Estados Unidos»
El departamento del MIT dedicado a las Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) ha anunciado una inversión de 25 millones de dólares para crear un centro de investigación, financiado por Toyota, para impulsar el desarrollo de tecnologías de vehículos autónomos.
El anuncio, realizado en una conferencia de prensa en California, es parte de un proyecto mayor en el que Toyota pretende invertir, asociándose también con la Universidad de Stanford para avanzar en este sector.
Inicialmente se trabajará en el desarrollo de algoritmos y sistemas que permitan a los vehículos conducir y tomar decisiones sin necesitar de ningún humano, aunque también hay un enfoque diferente. Generalmente los sistemas de coches autónomos se basan en una plataforma automática que conduce y un humano que toma el control en caso de que «pase algo raro». En este nuevo centro realizarán el proceso inverso: el humano podrá tener el control, y el sistema automático actuará rápidamente en caso de que se detecte la posibilidad de un accidente, algo útil tanto para evitar colisiones como para conducir en lugares difíciles.
Desarrollarán también nuevas herramientas para la recopilación y análisis de los datos de navegación con el objetivo de aprender más sobre cómo conducimos los humanos, así como en la creación de modelos predictivos que puedan anticipar el comportamiento de las personas, los vehículos y el entorno.
Cada vez estamos más cerca de poder garantizar que los coches autónomos funcionan y que los humanos no representamos ningún peligro para ellos.
Podría parecer un antojo de algún nerd, pero en realidad son científicos del MIT los que han presentado este robot que sirve cervezas, y en su artículo explican el motivo por el que han trabajado en algo así.
Servir una lata de cerveza ya tiene su dificultad: detectar el humano, interactuar con él, coger la lata, abrirla, inclinarla, llevarla… son muchos factores que deben controlarse a la perfección para una tarea aparentemente tan simple, pero nada que los robots actuales no hagan constantemente. El problema es cuando tenemos varios clientes y varios robots sirviendo: tienen que comunicarse entre ellos para que exista un trabajo en grupo que aumente la eficacia del atendimiento.
Es ese el punto en el que más han trabajado, en crear un sistema de comunicación robusto que sincronice acciones consultando el estado de trabajo de cada máquina de forma independiente.
En la demostración se puede ver un sistema de tres robots que pueden trabajar juntos para entregar artículos de forma rápida y precisa en ambientes impredecibles (nada de lineas de producción monótonas). El servir cervezas en una barra hoy puede ayudar a trabajar en hospitales en un futuro, por ejemplo. Continúa leyendo «En el MIT trabajan en un robot que sirve cervezas. Os explicamos su importancia.»
Así lo presentan en IEEE, un robot desarrollado por el MIT que es capaz de imitar los movimientos de un humano para repetirlos usando una fuerza mucho mayor.
Se trata de HERMES, 45 kilos de robot bípedo con un tamaño muy parecido al humano, conectado con sensores a un exoesqueleto para que sea posible imitar los movimientos, sin autonomía, sin inteligencia, únicamente una «masa de músculos de acero» que usa el cerebro humano para moverse. Continúa leyendo «Un robot al que «prestamos nuestro cerebro» para que se mueva»
Como sabréis, en WWWhatsnew os hablamos con frecuencia acerca de distintos proyectos relacionados con el mundo de la robótica. En esta ocasión, nos ha llamado la atención uno de lo más recientes experimentos de los investigadores del MIT, que han creado un robot capaz de plegarse por si mismo a partir de una fina lámina de plástico, caminar, transportar cargas y nadar.
El robot del que os hablamos pesa tan solo 0,3 gramos y funciona mediante electroimanes. Como ya hemos mencionado, una de las características principales que más llama la atención acerca del robot es su capacidad de plegarse sobre si mismo, ya que en su estado general, es simplemente una fina lámina de plástico. Una vez plegado, puede desplazarse por cualquier superficie (incluso sobre la piel), transportar cargas hasta el doble de su peso (en el vídeo podemos ver que carga con un objeto de 0,6 gramos), subir pendientes y nadar. Además, el robot está preparado para ser disuelto por completo en acetona una vez ha terminado su trabajo. Por ahora, el robot está hecho de plástico, aunque los investigadores responsables del proyecto afirman que podría fabricarse a partir de materiales biodegradables. Es importante tener en cuenta que por el momento, el robot es tan solo un prototipo, por lo que todavía hay mucho margen de mejora por delante.
A continuación, os dejamos con un breve vídeo en el que se muestra el funcionamiento del robot:
Desde el Massachusetts Institute of Technology llega ahora el vídeo que os dejamos abajo, mostrando cómo se está avanzando a la hora de imitar los movimientos de los animales en el campo de la robótica.
Como veis, actúa como un guepardo, corriendo y saltando obstáculos de una forma bastante natural y de forma autónoma, aunque aún están lejos de conseguir las velocidades del animal. El nuevo robot llega a velocidades algo inferiores a 10 km/h, aunque lo sorprendente es que usa tres algoritmos diferentes para permitir que el robot escanee su entorno, detecte objetos y calcule sus saltos al mismo tiempo que corre, todo en menos de 100 milisegundos. Continúa leyendo «El nuevo robot del MIT no solo corre, también salta obstáculos»
Hay muchas formas de reducir el reflejo de imágenes cuando hacemos una fotografía a través de una ventana, pero poco podemos hacer una vez que el reflejo ha sido capturado por la cámara.
En eso precisamente han estado trabajando en el MIT, en un algoritmo que identifique el reflejo y lo separe de la imagen de fondo, eliminándolo de la fotografía ya realizada, algo que podría tener una importancia enorme en el mundo periodístico, cuando la imagen muchas veces se captura cuando no hay tiempo para prepararse de forma adecuada.
En su web vemos los detalles, donde YiChang Shih, el líder del proyecto, informa que para que el algoritmo funcione, la ventana tiene que tener doble vidrio, como aquellas que reducen el ruido exterior. Eso es necesario, ya que cada uno de los vidrios produce un reflejo diferente, y es esa información la que usan para poder recomponerla y eliminarla posteriormente. También funcionaría con vidrios muy gruesos, suficientemente gordos como para que cada cara genere un reflejo distinto.
Están pensando en vender la tecnología a fabricantes de cámaras, por lo que es posible que en futuras generaciones de móviles veamos cómo se elimina el reflejo de forma automática y, seguramente, en tiempo real.
En WWWhatsnew ya os hemos hablado en anteriores ocasiones acerca de distintos proyectos en los que trabajan en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), como la impresora 3D para imprimir helado o el robot capaz de localizar droga escondida en el casco de los barcos. En esta ocasión os hablamos de NailIO, un pequeño trackpad de reducido tamaño que podría ser utilizado desde la uña de tu dedo pulgar.
Los estudiantes responsables del proyecto afirman que su objetivo es que NailIO sea de utilidad a la hora de controlar dispositivos como ordenadores, smartphones y tablets en todos aquellos momentos en los que tengamos las manos ocupadas, independientemente de que sea cocinando o realizando cualquier otra tarea. Centrándonos en el producto, NailIO es un pequeño dispositivo wearable capaz de aprovechar las posibilidades de los dedos y la tecnología presente en los trackpads para controlar nuestros dispositivos desde la uña del dedo pulgar. Para ello, NailIO cuenta con un procesador, una pequeña batería y conectividad Bluetooth gracias a la cual es capaz de enviar datos de forma inalámbrica. De esta forma, una vez colocado sobre la uña será posible controlarlo mediante gestos realizados con el dedo índice, pudiendo, por ejemplo, desplazarte por el contenido de una página web mientras estás cocinando. Además, los estudiantes responsables de su desarrollo ofrecen la posibilidad de personalizar el acabado del dispositivo con distintos diseños, adaptándose así a los gustos estéticos de cada usuario.
Sin duda alguna, se trata de un dispositivo que podría tener un gran potencial por explotar. De ahora en adelante, en el MIT esperan continuar mejorando las características de NailIO, reduciendo su tamaño y aumentando la duración de la batería. A continuación, os dejamos con un vídeo en el que se muestra el funcionamiento del dispositivo:
Al parecer, tal y como podemos leer en The Verge, Twitter ha decidido colaborar con el MIT ofreciendo a estos últimos acceso a todos los tweets públicos publicados en la popular red social de microblogging desde el día de su lanzamiento. El objetivo es estudiar la forma en la que los usuarios comparten información y buscar patrones de conducta, trabajo por el cual este grupo de investigadores del MIT recibirá 10 millones de dólares.
Como decimos, el objetivo es realizar enormes cantidades de estadísticas y analizar toda la información recopilada, dentro de la cual se incluirán todos los tweets publicados en la red social. Para ello, el equipo de investigadores del MIT trabajará bajo un departamento conocido como «Laboratorio de Máquinas Sociales». Por el momento, la información que se tiene sobre este asunto es más bien escasa, aunque todo parece indicar que la idea es sacar conclusiones generales de la enorme cantidad de información publicada en Twitter. Además, el MIT ha confirmado la creación de nuevas plataformas tanto para individuos como para instituciones con las que identificar, discutir y actuar acerca de problemas sociales de toda índole. En concreto, uno de los intereses particulares es comprender por qué en muchas ocasiones las opiniones en Twitter no fomentan un cambio en aspectos importantes. El objetivo final de todo esto sería comprender en profundidad la repercusión de la información compartida en la red social y la forma en la que afecta a otros usuarios de la misma.
Malas noticias para quienes anhelábamos disponer pronto de los flamantes coches autónomos en los que viene trabajando Google. Y no, poco tiene que ver con impedimentos sociales o legislaciones que pudieran detener su desarrollo -por ejemplo ahora están obligados a incluir volante y pedales en sus pruebas-, el problema sorprendentemente está en el trabajo técnico que queda en un segundo plano para los ciudadanos del común al ver los videos promocionales del proyecto pero que científicos del MIT y Chris Urmson, director del Google car team, se han encargado de revelar y explicar para aterrizarnos en la realidad.
Aunque los coches de Google sobresalen frente a otros proyectos de carros autónomos en sus capacidades para responder a situaciones críticas como un atascamiento o a algún objeto fácilmente notable en la vía -incluso nuevas señales de tránsito como las que se ponen en construcciones-, por ahora su funcionamiento correcto es garantizado únicamente en espacios altamente controlados, con datos detallados de mapas, calzadas y vías que no cambien a lo largo del trayecto.
Fuera de eso, las limitaciones son bastantes: Problemas en desestabilizaciones del terreno como el que podría causar una fuerte lluvia o una tormenta de nieve, complicaciones al distinguir luces de semáforo en presencia de fuerte luz solar, poca destreza al acomodar el carro en un parqueadero de mí¹ltiples pisos, problemas al detectar peatones o su relevancia específica -como la de un oficial de tránsito-, detectar y sortear obstáculos únicamente rodeándolos -comentan que no podría notar una alcantarilla destapada si no está señalizada- entre otros detalles vitales.
En el artículo del MIT se menciona a fondo su poca factibilidad en casi el 99% del territorio específicamente de Estados Unidos, pero si tenemos en cuenta su buena infraestructura de vías de las que pocos países en todo el mundo disponen, no es complicado extrapolar los resultados a las demás latitudes siendo las condiciones y necesidades de los usuarios tan parecidas. De nuevo, mucho falta para tener rodando con todas las de la ley a estas tremendas máquinas; Claro, las soluciones llegarán, pero lastimosamente varios años faltan para ello.