El tamaño y la complejidad del ecosistema publicitario hacen que siempre haya malos actores que los anunciantes y editores no pueden rastrear de manera efectiva, y los consumidores están preocupados por sus datos personales.
Un estudio reciente realizado por la Universidad de Georgia, muestra cómo la tecnología blockchain puede combatir el fraude publicitario y proteger a los usuarios de la publicidad invasiva y depredadora.