Aunque la dislexia no constituye una enfermedad en sí misma, sí representa un trastorno puntual que compromete la lectura y escritura.
Para hacer más llevadera la relación de estas personas con la tecnología, existe una serie de recursos e iniciativas que apoyan a personas bajo estas circunstancias. A continuación, presentamos algunos ejemplos.
VRAILEXIA, un banco de datos para ayudar a personas con dislexia
Basándose en la idea de que “todos aprendemos de formas diferentes”, este proyecto europeo busca descifrar mediante recursos de IA cómo se desarrolla el proceso de aprendizaje en personas con dislexia, particularmente con la lectura y escritura.
Esta información, una vez procesada, además de utilizarse para desarrollar metodologìas que potencien el aprendizaje, también se utilizará para el desarrollo de un banco de algoritmos con datos clínicos de estudiantes universitarios con dislexia. Estos datos permitirían generar nuevas estrategias de aprendizaje y enseñanza.
Recursos de apoyo de Microsoft para personas con dislexia
Como parte de un proyecto conjunto realizado con Made By Dyslexia, la compañìa fundada por Bill Gates presentó un conjunto de iniciativas de apoyo.
Una de ellas es la implementación de guías para educadores, con el fin de apoyar sus tareas de apoyo en este proceso. A la lista se suman una herramienta de lectura inmersiva, otra de dictado por voz y más recursos accesorios.
Al provenir desde 2018 este proyecto, sería una interesante sorpresa encontrar alguna otra novedad relacionada en la nueva versión de Office.
Gafas inteligentes de lectura para niños con dislexia
Presentadas en el CES del año pasado, estas gafas se activan automáticamente para proporcionar una experiencia de lectura cómoda y bien iluminada.
A simple vista lucen como gafas normales, pero con un botón que activa o desactiva sus funciones con un simple clic. Cuando un niño quiera usarlas para leer, simplemente deberá pulsar aquel botón y todo funcionará de manera automática.
Lámpara de lectura para personas con dislexia
Mientras las personas sin dislexia tienen sólo un ojo dominante, aquellas que sí la padecen usan ambos para liderar la vista, siendo esta una de las causas tras esta condición.
Esta lámpara permite ajustar la frecuencia de la luz, para hacer más grata la experiencia de lectura, siguiendo un principio similar al de las gafas antes descritas.
Una extensión para leer mejor en tu navegador
La fuente tipográfica OpenDyslexic fue diseñada especialmente para personas con dislexia, al contener caracteres especialmente diseñados para facilitar la lectura.
Helperbird, una extensión de navegador gratuita, se encarga de reemplazar todos los tipos de letra de los portales que visites por la tipografía mencionada, para hacer grata la lectura en cualquier rincón de Internet.
Más tipografías para personas con dislexia
Si bien OpenDyslexic es una de las fuentes más populares para proyectos digitales pensados en personas con dislexia, no es la única. Dyslexie es otra alternativa, también gratuita, pero que se distribuye bajo otras condiciones.
Si necesitas descargar alguna de estas fuentes (o ambas), contamos con una pequeña guía que presenta las principales características de ambas y sus respectivos enlaces de descarga.
Actualmente, se estima que en España la dislexia afecta aproximadamente a 700 mil estudiantes. Ampliando la muestra, se calcula que en el mundo hay 700 millones de personas disléxicas. Por lo mismo, conocer estos recursos y tenerlos a la mano, siempre será últil.