OpenAI ha dado un paso que pocos anticipaban: ha adquirido Roi, una aplicación centrada en el asesoramiento financiero personalizado mediante inteligencia artificial. Este movimiento no solo marca la entrada de OpenAI en el mundo de las finanzas personales, sino que también insinúa un cambio de enfoque en la evolución de su producto estrella, ChatGPT.
Aunque los detalles financieros de la operación no se han hecho públicos, la fuente TechCrunch ha confirmado que Sujith Vishwajith, cofundador y CEO de Roi, será el único miembro del equipo original que se integrará a OpenAI. Este dato no es menor: evidencia que más que adquirir una estructura empresarial, OpenAI está interesada en el conocimiento específico y en la tecnología desarrollada por Roi.
El potencial de Roi como base para un asesor financiero de IA
Roi no era simplemente una aplicación de finanzas más. Su propuesta consistía en centralizar todos los portafolios financieros del usuario en un solo lugar y ofrecer recomendaciones personalizadas a través de un chatbot inteligente. En lugar de limitarse a mostrar datos, Roi analizaba tendencias, patrones de gasto e inversiones para guiar decisiones a futuro.
Este enfoque de «consejero financiero en tu bolsillo» es lo que podría integrarse dentro del ecosistema de ChatGPT. Si se conecta con datos reales de un usuario (con los permisos correspondientes), una versión futura del chatbot podría, por ejemplo, sugerir ajustes en fondos de inversión, advertir sobre gastos excesivos o incluso generar presupuestos adaptados al estilo de vida de cada persona.
ChatGPT como asistente personalizado: mucho más que respuestas
Desde hace tiempo, OpenAI ha dado señales de querer llevar ChatGPT más allá de un modelo que simplemente responde preguntas. Con la introducción de Pulse, una funcionalidad que anticipa necesidades y actúa de forma proactiva, la compañía está moldeando su IA hacia un perfil más cercano al de un asistente real.
En este contexto, la adquisición de Roi no es un hecho aislado, sino una pieza dentro de una estrategia más amplia. Tal como un mayordomo digital que no solo espera órdenes, sino que toma la iniciativa con base en el contexto del usuario, el objetivo parece ser construir un asistente de IA integral, capaz de acompañar a las personas en distintas áreas de su vida: trabajo, salud, educación y ahora también finanzas.
Una tendencia en crecimiento: adquisiciones con propósito
La compra de Roi es la tercera adquisición significativa por parte de OpenAI en un corto periodo de tiempo. En mayo, la empresa compró la startup io, fundada por el exdiseñador de Apple Jony Ive, con un enfoque en hardware especializado en IA, por 6.500 millones de dólares. Luego, en septiembre, invirtió 1.100 millones de dólares para incorporar Statsig, una compañía dedicada a la experimentación de productos y pruebas A/B.
Cada una de estas adquisiciones tiene un rol claro: io podría ser la base para un dispositivo físico que funcione como interfaz directa con ChatGPT, mientras que Statsig permitiría mejorar el proceso de evaluación e implementación de nuevas funcionalidades. Ahora, con Roi, se suma una dimensión funcional centrada en el manejo de datos financieros personales.
¿Es seguro que una IA administre nuestras finanzas?
Uno de los grandes retos de esta visión futurista es la confianza. Aunque muchas personas ya usan aplicaciones para monitorear sus gastos o realizar inversiones automatizadas, permitir que una IA tenga acceso profundo a información financiera sensible sigue siendo una barrera psicológica para muchos.
Aquí es donde OpenAI deberá demostrar transparencia y responsabilidad. Si bien la tecnología permite niveles de personalización nunca antes vistos, también implica gestionar enormes cantidades de datos privados. La seguridad, la privacidad y la explicabilidad de las recomendaciones se volverán temas centrales si la empresa quiere ganar la confianza del público general.
Un posible anticipo del futuro de ChatGPT
Lo que hoy parece una simple adquisición podría ser, en realidad, el preludio de una gran actualización de ChatGPT. Integrando la tecnología de Roi, el asistente de OpenAI podría transformarse en una especie de asesor financiero automatizado, disponible 24/7, con capacidad para analizar movimientos bancarios, sugerir estrategias de ahorro o alertar sobre riesgos en tiempo real.
Este escenario no está tan alejado. Muchas personas ya confían en asistentes virtuales para gestionar correos, redactar informes o planificar viajes. Las finanzas personales, aunque más delicadas, podrían ser la próxima frontera.