La inteligencia artificial (IA) ha permeado diversos sectores, incluido el ámbito político. Sin embargo, su uso en anuncios políticos plantea interrogantes éticos y legales. Google, consciente de este dilema, ha decidido actuar.
Google ha anunciado que los anunciantes políticos deberán revelar cualquier elemento generado o alterado por IA en sus anuncios. Esta medida se incorporará a la Política de Medios Manipulados existente de la compañía y entrará en vigor en noviembre de 2023.
No todos los cambios estarán sujetos a esta política. Modificaciones menores como el redimensionamiento de imágenes y la corrección de color quedan exentas. La clave está en la magnitud del cambio: alteraciones que distorsionen la realidad serán señaladas.
La Comisión Federal Electoral también está tomando cartas en el asunto. Se busca modificar una regulación existente para abordar la problemática de la IA en la publicidad política, lo que podría tener un impacto significativo en futuras campañas.
Mientras Google adopta una postura más estricta, otras plataformas como Twitter , TikTok y Meta muestran enfoques divergentes. Twitter ha revertido su prohibición de anuncios políticos, y Meta sigue siendo objeto de críticas por su moderación laxa de anuncios.
La decisión de Google podría sentar un precedente en la industria, pero también plantea desafíos. ¿Cómo se equilibrará la transparencia con la libertad de expresión? ¿Será este el nuevo estándar en la publicidad digital?
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