Más de 40 empresas rivales de Google enviaron carta a los reguladores antimonopolio de la UE

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El caso antimonopolio que actualmente investiga la Unión Europea sobre Google, está recibiendo presiones de empresas del sector dedicado al comercio electrónico 

Mediante una carta, más de 40 empresas rivales de 20 países europeos, se dirigieron a los reguladores antimonopolio de la UE para solicitar garantías de que Google efectivamente cumpla con las regulaciones de la UE de 2017 y permita una mayor competencia en su servicio de búsqueda.

Empresas europeas ejercen presión sobre la investigación antimonopolio de la Unión Europea sobre Google

La carta señalada, dirigida a la jefa antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, fue firmada por representantes de 43 empresas, que afirman que las medidas adoptadas por el ente regulador hace cinco años fueron legalmente insuficientes para aumentar la equidad entre todos los comerciantes competidores. 

«La Comisión debe reabrir espacio en las páginas generales de resultados de búsqueda para los proveedores más relevantes, mediante la eliminación de las unidades de compras de Google que no permiten la competencia pero generan precios más altos y menos opciones para los consumidores y una transferencia injusta de los márgenes de beneficio de los comerciantes y competidores», comentaron las empresas en su carta, según señala un reporte de Reuters.

Entre los puntos enfatizados, señalaron que las prácticas de Google violan la Ley de Mercados Digitales (DMA) que entrará en vigencia en mayo de 2023. «Teniendo en cuenta el nuevo marco legal inequívoco, ahora es el momento de predicar con el ejemplo. El caso más importante en el corazón de las llamadas a la DMA debe terminar de manera efectiva», declararon las empresas de 20 países europeos.

Este no es el primer caso antimonopolio para Google. A lo largo de su historia, la compañía ha acumulado más de 8 mil millones de euros en multas similares. La última sanción, señalada como punto de referencia por las empresas firmantes de la carta, fue impuesta por la Comisión Europea en 2017 y se materializó en una multa de 2.400 millones de euros. En aquel caso, los motivos indicados fueron bastante parecidos a los hoy acusados: se le solicitó a Google que dejara de aplicar métodos monopólicos de comercio electrónico. La empresa señaló en aquel momento que cumpliría con la decisión del tribunal, hecho supuesto que hoy se encuentra bajo la lupa de los reguladores europeos.