El Project Wing, de Google, se presentó hace años con el objetivo de mostrar una alternativa a la entrega de productos, algo semejante a lo que también Amazon tiene en mente: el uso de drones para la distribución de paquetes, medicamentos y demás contenido.
Ya se realizaron algunas pruebas en Australia, donde las leyes son más flexibles a la hora de tratar a los drones que vuelan por encima de las cabezas de los ciudadanos, pero en Estados Unidos es mucho más difícil realizar los tests.
Ahora han conseguido un permiso para repartir comida entre los estudiantes de la Universidad de Virginia. Gracias a un acuerdo con la cadena de comida mexicana Chipotle, se repartirán burritos usando drones, solo dentro del campus de Virginia Tech, para que puedan recopilarse datos sin afectar a las leyes del espacio aéreo del país (que aún no han sido modificadas para permitir el vuelo de drones).
Para ello se usará un sistema semejante al que presentó Mercedes-Benz hace unos días. El dron sale de un camión dentro del campus, encargado de llevar la comida a los dormitorios de los estudiantes, sin pasar por encima de ninguna cabeza.
El objetivo de Google es poder tener a finales de 2017 su flota de drones comerciales en todo el país. Son muchas las pruebas que deben realizarse para verificar el grado de exactitud y la velocidad de entrega, y probarlo con comida caliente parece una buena idea, sin duda.