No cabe duda de que actualmente se está poniendo mucho empeño para encontrar alternativas al petróleo como carburante. Coches híbridos, vehículos eléctricos… la ciencia está innovando continuamente en este campo. El más reciente descubrimiento viene de la mano de una compañía llamada Phinergy, y es que han logrado crear una batería de aluminio-aire que ofrecería una autonomía enorme, permitiendo que los vehículos que montasen estas baterías pudiesen recorrer largas distancias sin tener que realizar una recarga. De hecho, la compañía habría realizado unas pruebas en la que se demuestra cómo un vehículo puede recorrer hasta 1800 kilómetros sin detenerse.
Pero, ¿cómo funciona esta tecnología?
Estas baterías de aluminio-aire hacen uso de un electrodo-aire que es capaz de ‘respirar’ y extraer el oxígeno del aire. Su funcionamiento es similar al de las baterías tradicionales, que almacenan y liberan el oxígeno de los elementos químicos contenidos en un cátodo líquido o sólido. La diferencia es que una batería de este tipo no tiene que recargar el cátodo, por lo que, sumado al hecho de que es mucho más ligera, ofrece mucha más autonomía y potencia. La batería utiliza un electrodo poroso con una gran superficie que se encarga de capturar el oxígeno del aire. Gracias a ello, la reacción causada por el contacto entre el oxígeno y el aluminio permite generar electricidad. El electrodo contiene a su vez un catalizador que impide que el CO2 afecte al funcionamiento de la batería, lo que resuelve un problema común en las baterías basadas en aire: la carbonización causada por la impregnación de dióxido de carbono.
El único inconveniente presente en esta tecnología es que las baterías no serían útiles durante mucho tiempo, ya que a medida que se utilizan se van deteriorando, llegando a un punto en el que hay que sustituir la batería para su reciclaje e instalar una nueva. Para ello, habría que acudir a un centro de servicio técnico de forma periódica cada varios meses, aunque el cambio se haría en tan solo unos segundos. A pesar de ello, como el aluminio es un material altamente reciclable, no genera un impacto en el medio ambiente.
La compañía está experimentando también con otro tipo de baterías, como por ejemplo, una batería de zinc-aire que tiene algunas ventajas respecto da la de aluminio-aire, como una mayor vida útil.