Seguimos con robots que imitan organismos, y en este caso, desde pnas.org, presentan uno bastante flexible y poderoso al mismo tiempo.
Se trata del resultado de la colaboración entre científicos de MIT y Harvard, quienes han creado músculos artificiales que recuerdan a las figuras de origami. Han añadido sistemas que incluyen la fuerza necesaria para levantar hasta 1000 veces su propio peso utilizando solo agua o aire, de forma que un músculo artificial de 2,6 gramos puede levantar un objeto de 3 kilogramos. Continúa leyendo «Un robot origami capaz de levantar 1000 veces su peso»
Imaginad un pequeño robot que se pueda poner dentro de una cápsula para que una persona pueda tragarlo fácilmente. Una vez en el estómago, el robot se desdoblaría, como si fuera una obra de origami, y se controlaría remotamente para realizar tareas de varios tipos.
Eso es en lo que han estado trabajando entre el MIT, la Universidad de Sheffield, y el Instituto de Tecnología de Tokio, un pequeño robot de origami que pueden desplegarse desde dentro de una píldora, dirigido por campos magnéticos externos para que pueda arrastrarse a través de la pared del estómago para extraer objetos (pilas tragadas que se quedan pegadas en la pared del estómago, por ejemplo, un caso bastante típico) o incluso para tapar heridas. Continúa leyendo «Un robot origami que crece en el estómago y se controla remotamente»
Recientemente, la empresa LAPIS Semiconductor (subsidiaria de ROHM) ha demostrado en la feria anual de electrónica de Japón CEATEC (Combined Exhibition of Advanced Technologies) el funcionamiento de Orizuru, un dron basado en el arte del origami fabricado en gran parte de papel.
Una de las características que llaman la atención a primera vista del dispositivo es su peculiar forma de grulla. Para dar vida a este curioso dron, la compañía responsable de su creación ha empleado un pequeño esqueleto de filamentos de nailon fabricado mediante una impresora 3D y distintas capas de papel. Para funcionar, el dron incorpora el microordenador de la compañía conocido como Lazurite Fly, capaz de ofrecer un 90 % más de eficiencia energética que rivales de la popularidad de Arduino. Además, su tamaño es aproximadamente el de una tarjeta de memoria SD. Gracias a todo ello, LAPIS Semiconductor ha conseguido que el peso del dron sea de tan solo 31 gramos, lo cual es algo a destacar si tenemos en cuenta que Orizuru cuenta con baterías, sensores y una longitud de 70 centímetros.
En un futuro, la compañía responsable del desarrollo del Orizuru espera ofrecer el diseño del dispositivo al público, de forma que todos aquellos interesados con los conocimientos necesarios puedan fabricar su propia unidad en casa. A continuación os dejamos con un breve vídeo en el que se muestra su funcionamiento:
Existen muchos tutoriales en Internet que ayudan a construir aviones de papel de diversos tipos, pero pocos son tan completos y especializados como foldnfly.
Se trata de una web en la que podemos filtrar modelos de aviones según su dificultad, obteniendo diseños de todo tipo con instrucciones detalladas.
Aquí os hablamos con asiduidad acerca de distintos proyectos e innovaciones relativas a las baterías, unos elementos que en opinión de muchos no han evolucionado al mismo ritmo que el resto de la tecnología existente en la actualidad. Por ello, hoy hablamos de Seokheun “Sean” Choi, un ingeniero de la Universidad de Binghamton (Nueva York) que ha descubierto una nueva forma de crear baterías basada en el origami, el popular arte de origen japonés.
La batería de la que os hablamos (que podéis ver en la imagen superior) está fabricada en papel, algo que contribuye a su reducido coste -inferior a los cinco céntimos- y ligereza. De hecho, gracias a su diseño es posible plegarla hasta alcanzar el tamaño de una caja de cerillas. Su funcionamiento es de lo más curioso, y es que la batería es capaz de generar una pequeña cantidad de corriente gracias a la ayuda de bacterias. Para ello, tan solo es necesario hacer uso de algo de agua residual y la respiración microbiana permitirá alimentar un biosensor incorporado en el papel y generar dos microvatios a partir de la materia orgánica contenida en el agua. Por supuesto, aunque la batería actual no produce energía suficiente como para cargar un smartphone o cualquier otro dispositivo electrónico, se trata de una hazaña realmente interesante y que en un futuro podría dar lugar a distintas aplicaciones en países en vías de desarrollo o lugares donde el acceso a recursos pueda ser limitado.
Como sabréis, en WWWhatsnew os hablamos con frecuencia acerca de distintos proyectos relacionados con el mundo de la robótica. En esta ocasión, nos ha llamado la atención uno de lo más recientes experimentos de los investigadores del MIT, que han creado un robot capaz de plegarse por si mismo a partir de una fina lámina de plástico, caminar, transportar cargas y nadar.
El robot del que os hablamos pesa tan solo 0,3 gramos y funciona mediante electroimanes. Como ya hemos mencionado, una de las características principales que más llama la atención acerca del robot es su capacidad de plegarse sobre si mismo, ya que en su estado general, es simplemente una fina lámina de plástico. Una vez plegado, puede desplazarse por cualquier superficie (incluso sobre la piel), transportar cargas hasta el doble de su peso (en el vídeo podemos ver que carga con un objeto de 0,6 gramos), subir pendientes y nadar. Además, el robot está preparado para ser disuelto por completo en acetona una vez ha terminado su trabajo. Por ahora, el robot está hecho de plástico, aunque los investigadores responsables del proyecto afirman que podría fabricarse a partir de materiales biodegradables. Es importante tener en cuenta que por el momento, el robot es tan solo un prototipo, por lo que todavía hay mucho margen de mejora por delante.
A continuación, os dejamos con un breve vídeo en el que se muestra el funcionamiento del robot:
La exploración espacial es una tarea con unos costes de lo más elevados. Anteriormente, ya os hemos hablado de la aplicación de la cultura del origami con el objetivo de conseguir que diferentes estructuras (como robots) sean capaces de plegarse con el objetivo de reducir su tamaño, y nuevamente os traemos un proyecto similar que podría ser utilizado en la exploración espacial.
Sam Felton, un estudiante de la Universidad de Harvard ha creado, junto con algunos miembros del MIT, un robot capaz de plegarse y desplegarse por si solo, sin intervención humana.
Sus creadores pretendían fabricar un robot que fuese fácil de construir y perfectamente asequible, por lo que para ello han utilizado materiales corrientes. La idea de su funcionamiento está basada sobre todo en las asombrosas figuras que se pueden lograr con el origami, el arte japonés que permite crear complejas figuras hechas únicamente de papel. Además, se fijaron también en las formas y movimientos que podemos encontrar en la naturaleza, como por ejemplo, el modo en el que el capullo de una flor se despliega. El robot está fabricado principalmente en papel y, para adquirir su forma, genera calor de forma autónoma, consiguiendo de este modo que el papel recupere su forma. Una vez la ha recuperado (en apenas unos segundos) puede comenzar a desplazarse por si mismo. Sus desarrolladores aseguran que todavía queda mucho trabajo por delante, pero, sin duda alguna, se trata del punto de partida de un proyecto que podría tener un gran potencial e infinitas posibilidades, como la exploración espacial, su uso en campos de batalla, el acceso a lugares inaccesibles…
Os dejamos con un vídeo del mismo para que veáis cómo funciona:
Buscando y preguntando información relacionada con portales web dedicados al Origami parece que todos los caminos me llevan a happyfolding.com. Aunque el diseño de la web no es muy atractivo, el material allí incluido es excelente, con una gran cantidad de tutoriales y vídeos para hacer prácticamente cualquier figura con papel. Noticias, galería de trabajos, diagramas en pdf para bajar e imprimir, libros, enlaces… una web imprescindible para los que están aprendiendo o quieren perfeccionar el «arte de la servilleta». Hace pocas horas han estrenado su página en Google Plus, donde seguirán recomendando recursos y enlaces a trabajos realizados con papel. También podéis acceder a origami-club.com, sitio que comentamos aquí hace ya varios años.
Origami es un arte que requiere concentración y habilidad. Muchos han intentado escribir libros mostrando los trucos, aunque no es nada facil representar en un dibujo los complicados pliegues que muchas veces son necesarios para la creación de una figura.
Sabiendo este reto, Origami-club presenta una colección de animaciones que pueden ayudarnos a dominar un poco más el tema.
Sólo tenéis que elegir la figura que queréis aprender y ver la animación con su creación, permitiendo controlar la velocidad de la misma.
Una buena forma de entrar con los pies firmes en una afición milenaria.