Elon Musk, CEO de SpaceX y asesor no electo del gobierno de EE.UU., ha generado una nueva controversia al instar a que la Estación Espacial Internacional (ISS) sea desorbitada cuanto antes. En una serie de declaraciones en redes sociales, Musk argumentó que la estación ha cumplido su propósito y que tiene «poca utilidad incremental».
Una recomendación inesperada
Actualmente, la NASA ya tiene un plan en marcha para retirar la ISS de su órbita en 2030 mediante el desarrollo de un «Vehículo de Desorbitación de EE.UU.» en colaboración con SpaceX. Sin embargo, Musk ha sugerido adelantar este proceso a dentro de dos años, una propuesta que ha generado sorpresa y preocupación en la comunidad científica y aeroespacial.
«Es hora de comenzar los preparativos para la desorbitación de la estación», escribió Musk en X (antes Twitter). «Ha cumplido su propósito. Hay muy poca utilidad incremental». A pesar de su insistencia, reconoció que la decisión final recaerá en el presidente de EE.UU., aunque dejó clara su postura.
Conflictos con la comunidad científica y NASA
Las declaraciones de Musk han sido recibidas con escepticismo, ya que la ISS sigue siendo un centro clave para la investigación en microgravedad. La estación ha permitido experimentos en biotecnología, física, medicina y exploración espacial, investigaciones fundamentales para misiones futuras a Marte, un objetivo que irónicamente es central en la visión de Musk.
Varios expertos han respondido a Musk señalando que su propuesta pone en peligro la continuidad de la exploración espacial estadounidense, ya que actualmente no hay una infraestructura lista para reemplazar la ISS. Aunque existen planes de estaciones espaciales privadas, no hay garantías de que estas entren en funcionamiento antes de que la ISS sea retirada.
Tensión creciente entre Musk y el gobierno
Este episodio también refleja un alejamiento entre las prioridades de Musk y la estrategia de la NASA. Mientras que la agencia sigue enfocada en la exploración lunar con el programa Artemis, Musk ha reiterado su deseo de centrarse exclusivamente en Marte.
Además, sus comentarios llegan en un contexto de reducción de presupuesto para programas espaciales, en parte impulsado por políticas gubernamentales de recortes. SpaceX, empresa de Musk, es beneficiaria de contratos gubernamentales multimillonarios, lo que ha levantado dudas sobre posibles conflictos de interés en sus declaraciones.
¿Un llamado a la destrucción prematuro?
Desde WWWhatsnew consideramos que la propuesta de Musk es precipitada y genera más incertidumbre que soluciones. Si bien es cierto que la ISS enfrenta problemas de envejecimiento —con grietas y fallos en su estructura—, su desorbitación prematura sin una alternativa viable dejaría un vacío en la investigación espacial.
A medida que avanza el debate sobre el futuro de la ISS, queda por ver si Musk tiene influencia suficiente para acelerar su desmantelamiento o si, por el contrario, la NASA mantendrá su cronograma hasta 2030. Lo cierto es que sus declaraciones han añadido una nueva capa de incertidumbre en la exploración espacial de la próxima década.