La investigación de la CMA a Google y Anthropic: una medida precautoria que marca el camino de la IA

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Representación minimalista y metálica de bots de IA creando imágenes deepfake

El mercado de la inteligencia artificial generativa sigue generando debates y dudas en torno a su regulación. La reciente decisión de la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) del Reino Unido de iniciar una investigación preliminar sobre la inversión de $2 mil millones de Google en la startup Anthropic ha despertado interés y críticas por igual. La medida, aunque sorpresiva para algunos, refleja una creciente preocupación de los reguladores por el poder de las grandes empresas tecnológicas en este campo.

¿Por qué Google y Anthropic están en la mira?

La CMA aprobó hace menos de un mes la asociación entre Amazon y Anthropic, en la que Amazon adquirió una participación significativa en esta empresa de IA. Sin embargo, la inversión de Google, que también busca fortalecer sus capacidades en inteligencia artificial, se enfrenta ahora a una revisión exhaustiva. Esta investigación parece ser una precaución, en palabras de algunos analistas, para asegurarse de que el acuerdo no genere una ventaja competitiva desleal.

Scott Bickley, asesor en Info-Tech Research Group, comentó que la investigación tiene sentido considerando las recientes acusaciones de prácticas anticompetitivas de Google en otros sectores, como los servicios de búsqueda y publicidad. Esta revisión temprana podría ser una respuesta al temor de que Google utilice la asociación con Anthropic para reforzar su ya dominante posición en el mercado de publicidad digital.

El contexto de la inversión de Google y el rol de Anthropic

Google anunció inicialmente su inversión en Anthropic el año pasado, con un primer aporte de $500 millones y una promesa de inyectar otros $1,500 millones en fases posteriores. Anthropic, un actor relativamente nuevo, ha ganado relevancia gracias a su enfoque en desarrollar modelos de IA seguros y éticos, algo que atrae a gigantes tecnológicos que buscan alianzas estratégicas en el ámbito de la IA.

Por otro lado, Amazon, al asociarse con Anthropic, ha establecido que usará Amazon Web Services (AWS) como su proveedor de nube principal, y se basará en los chips AWS Trainium e Inferentia para desarrollar y desplegar futuros modelos. Estas inversiones sugieren que tanto Google como Amazon ven en Anthropic un aliado clave para posicionarse en el sector de la IA y competir con otras alianzas fuertes, como la de Microsoft y OpenAI.

¿Es una medida justa de la CMA?

Phil Brunkard, consejero de Info-Tech Research Group en el Reino Unido, cuestiona la coherencia de la CMA al investigar a Google cuando Amazon obtuvo una aprobación sin problemas. En su opinión, esta revisión podría generar incertidumbre, aunque también considera que es probable que Google logre un resultado similar al de Amazon y obtenga luz verde.

Para muchos expertos, la acción de la CMA es una muestra de que los reguladores están cada vez más atentos al crecimiento del sector de la IA y al papel de las grandes tecnológicas en él. Mientras tanto, Matthew Sinclair, director de la Asociación de la Industria de Computación y Comunicaciones (CCIA), señaló que esta investigación genera incertidumbre en un negocio que aún está en su fase de crecimiento y adaptación, especialmente cuando nuevas empresas buscan colaboraciones para impulsar la innovación en un mercado dinámico como el de la IA.

La batalla de las alianzas en la IA: ¿Microsoft y OpenAI contra Google, Amazon y Anthropic?

Se perfila una competencia cada vez más clara entre las principales empresas tecnológicas y sus respectivas asociaciones con startups de IA. Microsoft, que ha sido uno de los primeros en establecer una alianza con OpenAI, enfrenta ahora a Google y Amazon, ambos respaldando a Anthropic. Este panorama refuerza la idea de una “carrera de dos caballos”, como la llama Brunkard, en la que dos alianzas principales se disputan la supremacía en el desarrollo de la inteligencia artificial.

En un futuro cercano, otros actores podrían ingresar a esta competencia, diversificando aún más el mercado. Pero mientras tanto, alianzas como las de Google y Anthropic o Microsoft y OpenAI dan al consumidor una idea de las promesas y capacidades que ofrece la IA. En mi opinión, estas alianzas también juegan un papel importante en la confianza del consumidor, ya que la percepción de que startups de IA están respaldadas por gigantes tecnológicos ayuda a consolidar su reputación y credibilidad en el mercado.

El papel de la CMA y el futuro de la regulación en IA

La CMA, que ya había iniciado en mayo de 2023 una revisión inicial del mercado de sistemas de IA, tiene la intención de centrarse en tres áreas clave:

  • Evolución de los mercados competitivos para los modelos fundacionales de IA
  • Oportunidades y riesgos para la competencia y la protección del consumidor
  • Principios rectores para apoyar la competencia y proteger a los consumidores

El objetivo final es promover un mercado abierto y competitivo en el Reino Unido, en línea con la política del gobierno. Sin embargo, en la práctica, esta vigilancia reguladora podría representar un obstáculo para que nuevas empresas de IA colaboren con grandes empresas tecnológicas y expandan sus capacidades. WWWhatsnew.com ha seguido de cerca estas regulaciones, especialmente porque marcan la pauta para futuros acuerdos en un sector tan disruptivo como el de la inteligencia artificial.

¿Qué podemos esperar del veredicto?

El próximo 19 de diciembre, la CMA determinará si este acuerdo entre Google y Anthropic amerita una investigación más profunda o si, como en el caso de Amazon, la inversión puede continuar sin restricciones. Aunque el desenlace es incierto, el proceso en sí marca un precedente y envía una señal a todas las empresas tecnológicas sobre el nivel de escrutinio que puede esperarse en futuras inversiones.

Este tipo de medidas regulatorias son cada vez más comunes, y en mi opinión, es probable que veamos decisiones similares en otros mercados, como Estados Unidos o la Unión Europea. La pregunta clave es si esta vigilancia estricta alentará un entorno más competitivo y seguro o si acabará ralentizando el progreso de la IA al imponer barreras a la colaboración y la innovación.

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