Con un flujo constante de imágenes que circulan por internet, surge una pregunta intrigante: ¿es posible determinar la ubicación geográfica exacta de una fotografía o pintura? La respuesta es afirmativa, gracias a herramientas avanzadas y técnicas de inteligencia artificial.
Este artículo profundiza en métodos y recursos disponibles para localizar geográficamente imágenes, destacando entre ellos geospy.web.app, que me tiene impresionado.
Lógicamente, si tenéis la foto original, lo mejor es acceder a los metadatos EXIF usando desde Google Fotos hasta cualquier aplicación que sea capaz de leer esa información. Muchas fotografías digitales contienen metadatos EXIF (Exchangeable Image File Format), que pueden incluir información geográfica si el dispositivo tenía habilitada la función de geolocalización. Herramientas de análisis de metadatos pueden extraer estos datos, ofreciendo una manera precisa de determinar la ubicación donde se tomó la fotografía. Recordad este vídeo sobre el tema:
Pero si tenéis una captura de una pintura, o una imagen recortada sin datos EXIF, eso no servirá, tendremos que acceder a los recursos de la IA.
El primer enfoque implica el uso de tecnologías de reconocimiento visual. Estos sistemas utilizan algoritmos de inteligencia artificial para analizar los elementos en una imagen y compararlos con una vasta base de datos de ubicaciones conocidas. Por ejemplo, si una fotografía muestra la Torre Eiffel, el sistema la identificará y asociará con París, Francia.
Como os adelanté al princpio, existen plataformas online como geospy.web.app que permiten a los usuarios subir imágenes y recibir información sobre su ubicación geográfica. Este tipo de herramientas se basan en una combinación de reconocimiento visual, análisis de metadatos y, a veces, inteligencia de enjambre (crowdsourcing) para mejorar la precisión.
Lo he probado con una foto de mi barrio en Barcelona, y me ha dado hasta las coordenadas.
Además de la automatización, el análisis manual puede ser crucial, especialmente en pinturas o fotografías antiguas sin metadatos EXIF. Esto implica estudiar elementos como la arquitectura, el paisaje, el vestuario de las personas y otros indicadores culturales o naturales para estimar la ubicación. Aún no hay ninguna IA que haga tantos análisis, pero la que os acabo de comentar analiza la vegetación, por ejemplo.
En el caso de obras de arte, se pueden comparar con bases de datos de museos y galerías. Muchas instituciones tienen colecciones digitalizadas con información detallada sobre las obras, incluyendo el lugar de origen o de inspiración del artista. Esos datos podrían usarse para alimentar modelos de IA en el futuro. De hecho, si subís estas fotos a Bard, de Google, o a ChatGPT, puede ofrecer información útil.
Sea como sea, determinar la ubicación geográfica de imágenes es una tarea compleja que combina tecnología avanzada y análisis humano. Herramientas como geospy representan un avance significativo en este campo, ofreciendo a los usuarios una manera accesible de explorar y descubrir el origen geográfico de fotografías y pinturas, pero estamos lejos de la perfección en este sentido (antes he subido una pintura del siglo XVIII de Sevilla y me ha dicho que era Madrid).