No cabe ninguna duda que transitamos por un ciclo en el que la innovación es el motor que mueve la máquina de las oportunidades.
Hoy las marcas se conforman por talentos individuales unidos en pos de la satisfacción de necesidades ajenas.
Siempre focalizadas en las necesidades de los clientes, las marcas se encuentran cada vez más exigidas en términos de cumplimiento de compromisos y responsabilidades.
Cuando analizamos la situación actual desde una perspectiva eminentemente económica y, habiendo logrado aterrizar en la dimensión real de la crisis, nos cuesta menos darnos cuenta del cambio de paradigmas al que nos enfrentamos y cómo hoy, debemos adoptar una responsabilidad social corporativa en acción conjunta con nuestras estrategias de branding ya que sólo así, seremos capaces de consolidarnos como marcas referentes, líderes e influyentes, dentro de nuestro mercado o industria.
La transformación de la imagen de la marca, nos invita a ahondar sobre los efectos derivados de asumir compromisos que dotan a nuestras acciones de la eficiencia necesaria para consolidar y gestionar adecuadamente nuestra reputación.
Pero… ¿Cómo logramos adaptar la responsabilidad social corporativa al nuevo branding online y qué ventajas nos reporta?
No podemos imaginar un negocio exitoso sin un elevado nivel de compromiso, de la capacidad que tenga nuestra marca para colaborar activamente con sus acciones en la mejora global de la calidad de vida, es que depende el éxito de la integración de la responsabilidad social corporativa en nuestra estrategia de branding. Más allá de las innegables ventajas fiscales, nos encontramos ante acciones que son en sí mismas, herramientas muy poderosas de marketing, lo que permite la transformación de nuestro branding, en el mejor aliado publicitario que podemos encontrar.
La responsabilidad social corporativa se forma a través de lo social y lo humanitario, siendo ambas variables los símbolos principales del valor agregado de las empresas.
El punto exacto en el que la responsabilidad social corporativa se fusiona con nuestro branding constituyendo en sí mismo el tándem que define el elemento diferenciador, lo encontramos en la aceptación de una premisa esencial; la responsabilidad social corporativa entrega per-se el valor añadido del compromiso social, lo que da respuesta inmediata a los grandes desafíos que enfrenta hoy el marketing y el branding en su camino hacia el éxito.
No podemos negar que la puesta en marcha de negocios centrados en la prestación de bienes, servicios y productos que respondan a las necesidades ajenas en acción simultánea con los programas de responsabilidad social corporativa focalizados en la mejora de la calidad de vida, conforman hoy una combinación explosiva que desencadena la confianza de nuestros clientes y los anima a ser parte activa de la construcción de nuestra marca.
No nos olvidemos que el marketing lleva más de 50 años concentrándose en la combinación de acciones que permiten obtener los mejores resultado de la fórmula “estímulo -respuesta” no es de extrañar, por lo tanto, que la adopción de acciones centradas en programas de responsabilidad social corporativa, se integren perfectamente a nuestras estrategia dotándolas de valor agregado.
La clave está en recordar que, la responsabilidad social corporativa dota a nuestro marketing y branding de valor agregado encontrando simultáneamente, el mejor camino para construir un verdadero alcance social.
Y finalmente, si el compromiso corporativo y social de las empresas, son en acción conjunta con las acciones de marketing, sinónimo indiscutible de compromiso y valor agregado, podemos afirmar que, cuanto mayor sea la responsabilidad corporativa de nuestras acciones (marcas personales) más eficientes serán nuestras acciones y aportaciones a las necesidades reales de la sociedad actual.
En un momento en el que los recursos son limitados y las necesidades muchas, cuanto más capaces seamos de vincular nuestra marca personal con participación activa en programas de RSC, más posibilidades tenemos de identificar nuevas y constantes oportunidades para seguir creciendo.
Marketing, branding y responsabilidad social corporativa, deben caminar juntos en el momento actual ya que es la fórmula perfecta del compromiso y la confianza.
¡Eso sin olvidarnos del efecto proactivo en la formación constante de nuestro público objetivo, lo que no hace sino permitir la incorporación constante de nuevos talentos e ideas, conformando una espiral constante de crecimiento centrado en la calidad de vida!
Carolina, la imagen social y difusa que das de la RSc no es correcta. Estás hablando de accion social de las empresas. La responsabilidad social mide los impactos de una empresa en su entorno /interno y externo y trata de gestionar los efectos de esos impactos para a través de ello elaborar un a estrategia responsable.
Lo otro es el chocolate del loro 🙂
Hola Carolina,
estoy de acuerdo con Jordi que la visión que das de la Responsabilidad Social no es correcta. Para mi hay un error de nomenclatura y de orden de los factores, que en este caso si altera el producto.
Cuando hablamos de Responsabilidad Social, estamos hablando de cultura de empresa, no tanto de que se hace sino de como se hace. Desde el más alto nivel estratégico, hasta el más mínimo proceso operativo.
El adoptar esta manera de gestionar la empresa, evidentemente tiene consecuencias en todos los ámbitos de la empresa, por eso se hace. Por tanto si los valores que se desprenden de la cultura de la empresa, van en linea de los valores de la sociedad tendrá un impacto muy positivo en la imagen y la reputación, pero si realizan actividades con el fin de de mejorar el branding evidentemente no sera responsabilidad social, sino maquillaje, con las consecuencias a largo plazo que este tendrá.
Por otro lado contestando a Jordi Jaumí , lo que tu propones Carolina, tampoco es acción social. Cualquier acción que hagamos des de la empresa relacionada con la sociedad o con la comunidad no es acción social. La acción social debe ir alineada dentro de las políticas de responsabilidad social de la empresa y ha de ir dirigida a construir también esa cultura organizacional de la que hablaba en principio.
Se ha de orientar des del convencimiento de que estas actuaciones comportan a la vez una ganancia muy importante tanto a la empresa como a la comunidad, ganancia directa, no derivada a través de beneficios de marketing o de reputación. La acción social de las empresas, es una de las herramientas más potentes que hay dentro de las políticas de responsabilidad social de la cual, no es que se le haya sacado un mínimo partido hasta el día de hoy, sino que se sigue orientando de una manera muy simplista, y desde mi punto de vista equivocada.
Gracias Enric. Para mi el problema es que la Acción social, lo visible y más vendible de la RSE, que no es la pieza clave de todo el engranaje, se está comiendo al resto, cuando hay temas claves como son los derechos humanos en la cadena de valor, los impactos medioambientale, la transparencia o la evasión de capitales en los paraísos fiscales.
No tengo nada en contra de la acción social, me parece fantástica y su evolución en los últimos años huyendo del donativo y apostando por el fortalecimiento del tejido social son básico para nuestra sociedad. Ahora bien , hemos de reconocer que es también la herramienta de greenwashing más útil. no se si me explico 🙂
Hola Jordi, completamente de acuerdo con el análisis de la situación de la acción social que haces, la lastima es que se esta utilizando un «Ferrari» para solo utilizar la primera marcha.
Matizo en lo de que no es la pieza clave del engranaje, no, es cierto, no lo es, pero si que es la pieza que, bien enfocada, puede y debe ayudar, más allá del fortalecimiento del tejido social, a transformar los valores de los profesionales de la empresa y este cambio de valores, impregnar la cultura dando respuesta a el resto de temas que planteas, derechos humanos, impactos ambientales, evasión de capitales y sobre todo transparencia y dialogo.
Gracias a todos por los comentarios.
Mi idea es transmitir que la RSC ( mucho más compleja, lo tengo claro) es un valor agregado para las marcas hoy, como bien bien dice Enric, bien enfocado puede ayudar a culminar la transformación que, queramos o no, ya se ha iniciado en todo lo relativo a la cultura empresarial.
Según la definición de RSC que nos da Wikipedia «La responsabilidad social corporativa (RSC), también llamada responsabilidad social empresarial (RSE), puede definirse como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor añadido»…
Y es el punto exacto en el que RSC se transforma en valor agregado, al que me refería yo.
De nuevo muchas gracias por vuestras interesantes contribuciones que, sin duda, me aportan nuevos puntos de vista y me permiten conocer vuestra opinión.
Un saludo
Carolina Velasco
🙂