Hasta hace poco, quienes querían experimentar con Sora 2, el modelo de generación de video por inteligencia artificial de OpenAI, debían contar con un iPhone y una invitación para usar la app exclusiva. Pero esta barrera ha comenzado a desaparecer: ahora es posible acceder a Sora 2 directamente desde la web, siempre y cuando se tenga un código de invitación activo.
Esto significa que los usuarios sin iPhone ya no están excluidos de esta tecnología. La medida abre las puertas a una mayor adopción del sistema, aunque sigue existiendo un control mediante invitaciones, lo que indica que OpenAI aún busca mantener un nivel de acceso restringido para afinar el rendimiento del modelo y evitar saturaciones.
Duración extendida para los videos generados
Otra mejora significativa está relacionada con la duración de los videos generados. Anteriormente, Sora permitía producir secuencias de hasta 10 segundos, lo que limitaba mucho las posibilidades narrativas y creativas. Con esta nueva actualización, cualquier usuario que tenga acceso a Sora 2 puede crear videos de hasta 15 segundos, y quienes cuenten con una suscripción ChatGPT Pro podrán generar clips de hasta 25 segundos.
Para quienes trabajan en publicidad, educación o redes sociales, esta ampliación de tiempo ofrece nuevas oportunidades. Por ejemplo, un video de 25 segundos permite contar una historia breve, mostrar un producto en acción o crear microcontenido para TikTok o Instagram Reels sin depender de recursos externos.
Storyboard en la web: edición visual y control detallado
Uno de los elementos más atractivos de esta actualización es la posibilidad de usar el storyboard de Sora directamente en el navegador. Esta herramienta funciona como una pequeña mesa de edición que permite definir, de manera más precisa, lo que se quiere lograr con cada video.
El storyboard permite:
- Incluir imágenes de referencia para que el modelo entienda mejor el estilo visual deseado.
- Cambiar la relación de aspecto y la resolución del video, lo que facilita adaptar el contenido a diferentes plataformas.
- Controlar la duración de cada parte del video mediante una línea de tiempo.
- Redactar prompts independientes para cada fotograma o segmento, lo que brinda una precisión narrativa difícil de lograr con un solo texto.
Este nivel de control es especialmente valioso para creadores que desean tener una mayor coherencia visual o quienes buscan resultados profesionales sin conocimientos avanzados en edición de video.
Contexto y estrategias de OpenAI
Estas mejoras llegan pocas semanas después del lanzamiento oficial de Sora 2 en septiembre, lo que muestra el ritmo acelerado con el que OpenAI está afinando sus herramientas de generación audiovisual. La compañía está claramente aprovechando un momento de alta demanda y curiosidad por los modelos generativos, apostando por ampliar funciones mientras mantiene cierto control sobre el acceso.
Aunque el sistema de invitaciones limita la adopción masiva inmediata, también funciona como una especie de fase beta extendida, permitiendo recopilar datos de uso y evitar abusos. No es casualidad que OpenAI esté siendo cada vez más cuestionada por el uso de contenido con derechos de autor. Recientemente, según informes de Bloomberg, el gobierno de Japón habría exigido a la empresa que deje de usar personajes protegidos por propiedad intelectual, como Mario o Pikachu, en videos generados con Sora 2.
Este tipo de advertencias muestran que, aunque la tecnología avanza rápidamente, su despliegue debe ser cuidadoso. Los marcos legales sobre derechos de imagen, copyright y uso de datos para entrenar modelos de IA están en constante evolución, y OpenAI parece estar tomando precauciones para evitar conflictos legales mientras sigue empujando los límites de lo posible.
Un nuevo punto de partida para la creación de contenido
Con la posibilidad de usar Sora 2 desde la web, sin necesidad de un iPhone, y con la incorporación del storyboard como herramienta de edición, OpenAI está consolidando una propuesta que acerca la generación de video por IA a una audiencia más amplia y diversa.
Este avance no solo implica mayor accesibilidad, sino también un paso hacia la profesionalización del uso de la inteligencia artificial en el ámbito audiovisual. Ya no se trata solo de generar videos «sorprendentes» con una sola línea de texto, sino de poder dirigir, editar y afinar cada aspecto del contenido generado.
El futuro de la creación de video parece caminar en dirección a una colaboración cada vez más fluida entre humanos y máquinas, donde las ideas pueden transformarse en piezas audiovisuales completas en cuestión de minutos, sin necesidad de cámaras, actores ni software de edición complejos.
