Google ha dado un paso más en su transformación digital al lanzar oficialmente el nuevo «modo IA» para su motor de búsqueda en Estados Unidos. Este avance representa una de las modificaciones más significativas en la historia de la compañía, cambiando la manera en que los usuarios acceden a la información online. Esta nueva fase, anunciada durante su evento anual Google I/O, refuerza su apuesta por la inteligencia artificial generativa y marca una evolución natural tras el despliegue de los resúmenes conversacionales conocidos como «AI overviews».
Un buscador que conversa contigo
El «modo IA» convierte a Google en algo más parecido a un experto digital que responde preguntas de forma fluida y contextual. Ya no se trata de escribir palabras clave y recibir una lista de enlaces; ahora puedes formular consultas largas y complejas, como si hablaras con una persona. Imagina preguntarle a Google: «¿Cuáles son los mejores destinos para viajar en septiembre si quiero evitar el calor y las multitudes?» y obtener una respuesta razonada, no solo enlaces.
Este nuevo formato se apoya en Gemini 2.5, el modelo de IA más reciente de Google, y se ha extendido a todos los usuarios estadounidenses después de un periodo de prueba limitado. Es una apuesta valiente, considerando los riesgos que implica automatizar la entrega de información a gran escala.
AI Overviews: resúmenes que compiten con los enlaces tradicionales
Desde hace un año, Google viene mostrando los llamados «AI overviews» en la parte superior de muchos resultados de búsqueda. Se trata de resúmenes generados por IA que condensan la información más relevante sin que el usuario tenga que entrar a varias webs. Hoy, 1.500 millones de personas interactúan regularmente con estos resúmenes, lo que está cambiando hábitos de navegación.
Sin embargo, este cambio no está exento de consecuencias. Un estudio de BrightEdge señala que la tasa de clics desde Google hacia otras webs ha caído un 30% en el último año. La razón es clara: si la IA ya responde con eficacia, el usuario rara vez siente la necesidad de visitar otros sitios. Esto está generando preocupación entre los creadores de contenido y editores online.
Nuevas funciones: desde comprar entradas hasta búsquedas por video en vivo
El «modo IA» es solo la punta del iceberg. Google ya está probando funciones que podrían cambiar aún más la experiencia de buscar en internet:
- Agente inteligente que compra entradas para conciertos o hace reservas en restaurantes mediante la tecnología «Project Mariner».
- Búsquedas a través de video en vivo, lo que permitirá apuntar con la cámara del móvil y obtener resultados en tiempo real.
- Profundización en temas complejos gracias a la función «Deep Search».
- Acceso opcional al Gmail del usuario para ofrecer respuestas personalizadas según intereses y gustos.
- Gráficos interactivos en tiempo real para datos deportivos y financieros.
El negocio también evoluciona: suscripciones premium para los más exigentes
Otra novedad es el paquete «Ultra«, una suscripción que por 250 dólares al mes ofrece acceso prioritario a las funciones de IA más avanzadas, además de 30 terabytes de almacenamiento. Es una oferta pensada para profesionales, empresas o usuarios que buscan un nivel de personalización y rendimiento superior. En comparación, el paquete «Pro» ofrecía hasta ahora solo 2 TB por 20 dólares al mes.
Un equilibrio delicado: innovación vs. impacto en la web
Aunque Google asegura que esta evolución generará más búsquedas, lo cierto es que muchas páginas web están viendo caer su tráfico. Esto podría afectar el ecosistema digital en su conjunto, donde millones de sitios dependen del tráfico orgánico para subsistir. Es como si los usuarios consultaran a un bibliotecario (la IA de Google), pero sin llegar nunca a abrir los libros (las webs).
A esto se suma la presión legal: Google enfrenta juicios por supuesta posición monopolística, y sus abogados están usando el auge de la IA como argumento para decir que el mercado está cambiando por sí solo, sin necesidad de intervención.
¿Amenaza o salvación?
Google sigue siendo la puerta principal de internet, con 136 mil millones de visitas mensuales, casi 29 veces más que ChatGPT. Pero el panorama está cambiando. La creciente confianza en asistentes basados en IA como Perplexity o ChatGPT está empezando a redistribuir la atención del usuario.
Hasta el propio «modo IA» de Google admite que su uso podría hacer aún más poderosa a la compañía, pero lanza una advertencia: los editores deben prepararse para una era en la que la IA sea el filtro principal de acceso a la información.
