Meta, Llama y el gran debate del «código abierto»

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Llama y el Código Abierto

¿Te has preguntado por qué hay tanto debate sobre si los modelos de Llama de Meta son o no son realmente de código abierto? Bueno, no estás solo. El gigante tecnológico Meta afirma que sus modelos de inteligencia artificial, como Llama 2 y su nueva versión, Llama 3, son abiertos, pero la comunidad de código abierto, especialmente la Open Source Initiative (OSI), tiene serias dudas. Y cuando algo tan grande como el significado de «código abierto» está en juego, las cosas se ponen bastante interesantes.

Meta vs. la definición de código abierto

Meta ha sido bastante insistente en calificar a Llama como un modelo de código abierto. Ellos argumentan que cualquiera puede acceder a los pesos de los modelos, es decir, los datos que estos modelos utilizan para funcionar, y usarlos para desarrollar proyectos propios. A primera vista, suena bien, ¿verdad? Tienes acceso al modelo y puedes usarlo como quieras. Sin embargo, la OSI no lo ve tan sencillo. Según ellos, hay varias restricciones en la licencia de Llama que lo descalifican como verdaderamente «abierto».

Uno de los puntos clave de la discordia es la restricción de uso para proyectos con un gran volumen de usuarios. Por ejemplo, si desarrollas una aplicación con Llama y de repente tienes más de 700 millones de usuarios activos mensuales, necesitas una licencia adicional de Meta. Y aquí está el truco: Meta puede negarte esa licencia o pedirte que pagues para obtenerla. Este tipo de limitaciones comerciales no encajan bien con el espíritu de software libre o open source, donde cualquier persona debería poder utilizar la tecnología sin restricciones, ya sea que tengan 10 o 700 millones de usuarios.

La postura de la OSI

La Open Source Initiative no se ha quedado callada. Su director, Stefano Maffulli, ha sido bastante vocal al respecto, acusando a Meta de “contaminar” el término open source. ¿Por qué? Según Maffulli, cuando una empresa como Meta utiliza este término de manera tan flexible, está creando confusión y diluyendo lo que significa ser «abierto». Esto no solo afecta a la imagen de la propia Meta, sino que también obstaculiza el desarrollo de la IA en general, porque los desarrolladores y empresas empiezan a cuestionarse qué es realmente abierto y qué no lo es.

La OSI sostiene que el término «código abierto» implica libertad para usar, modificar y distribuir software sin necesidad de pedir permiso. Y no solo eso, sino que cualquier uso debería estar permitido, independientemente de quién lo utilice o para qué lo utilice. Meta, por otro lado, ha introducido ciertas limitaciones en su licencia, como prohibir el uso del modelo para ciertos sectores, como infraestructuras críticas o tecnologías de armas. Esto, según la OSI, es incompatible con los valores del código abierto.

¿Por qué importa todo esto?

Puede que te estés preguntando: “¿Pero a quién le importa realmente si es código abierto o no?”. Bueno, en realidad, tiene más importancia de la que parece. La clave aquí está en la soberanía tecnológica. Si usas un software que es verdaderamente abierto, tienes control total sobre él. Puedes adaptarlo, mejorarlo y usarlo sin restricciones. Sin embargo, con Llama, aunque puedas acceder a los modelos, no tienes esa libertad completa.

Piensa en lo siguiente: Imagina que compras un coche, pero el fabricante te dice que solo puedes conducirlo por ciertas carreteras, y si llegas a un número determinado de kilómetros recorridos, necesitas una autorización adicional. Suena un poco ridículo, ¿verdad? Pues eso es más o menos lo que está pasando con Llama. Meta te da el coche, pero te impone una serie de reglas sobre cómo y dónde puedes conducirlo.

Un nuevo enfoque para la IA

Meta defiende su posición argumentando que la definición actual de código abierto no es suficiente para cubrir la complejidad de los modelos de inteligencia artificial modernos. En su opinión, se necesita una nueva definición que tenga en cuenta las características únicas de estos sistemas, como los modelos de lenguaje y la necesidad de evitar ciertos usos dañinos. ¿Están en lo correcto? Eso depende de a quién le preguntes.

Lo interesante de todo esto es que Meta no está sola en este debate. Muchas grandes empresas tecnológicas, como Google y Microsoft, han comenzado a evitar el término «open source» para referirse a sus propios modelos de IA. En WWWhatsnew.com, hemos seguido de cerca cómo estas compañías están adoptando nuevos enfoques para compartir sus tecnologías, sin necesariamente llamarlas abiertas.

El futuro del «código abierto» en la IA

Ahora, con todo este revuelo, el futuro del código abierto en la inteligencia artificial está más incierto que nunca. La OSI está trabajando en definir qué significa realmente un «modelo de IA abierto», lo que podría marcar el rumbo para los próximos años. Mientras tanto, Meta sigue avanzando con su visión, argumentando que su enfoque es más flexible y realista para las necesidades del mundo moderno.

¿Qué opinas tú? ¿Deberíamos cambiar la definición de código abierto para adaptarla a estos nuevos tiempos o mantenernos fieles a los principios originales? Al final del día, lo que está en juego es quién tiene el control sobre las tecnologías que impulsarán el futuro.