El despilfarro alimentario representa una de las grandes ironías de nuestro tiempo: mientras millones padecen de hambre, cantidades ingentes de comida se desperdician diariamente. Ante este escenario, la empresa Positive Carbon emerge como una luz de esperanza, con una propuesta tecnológica que podría cambiar la gestión de residuos en las cocinas comerciales.
En el corazón de Irlanda, Positive Carbon ha desarrollado un sistema de sensores que, estratégicamente colocados sobre los contenedores de basura, registran meticulosamente el tipo y cantidad de alimentos desechados. La integración de esta tecnología con el software de compras de las empresas permite una gestión de inventario más precisa, reduciendo significativamente los residuos.
Los sensores, que combinan tecnologías de cámara y lidar (un método de detección remota que utiliza la luz para medir distancias), proporcionan datos valiosos sobre los hábitos de desperdicio, lo que se traduce en decisiones más informadas sobre la cantidad de alimentos a comprar y preparar. Esta sinergia entre tecnología y gestión culinaria no solo beneficia a las finanzas de las empresas sino que también contribuye a la conservación del medio ambiente.
Mark Kirwan, líder de Positive Carbon, no solo ve el presente, sino también un futuro donde su tecnología expanda sus horizontes. Con planes que incluyen el análisis del contenido nutricional y la sugerencia de ajustes de menú basados en patrones de consumo, el sistema promete ser un pilar en la automatización y optimización de la industria culinaria.
La reciente inyección de 2.3 millones de euros coloca a Positive Carbon en una posición envidiable para la investigación y desarrollo. El capital no solo refuerza el desarrollo actual sino que también abre puertas para la futura implementación de inteligencia artificial, con el potencial de predecir y aconsejar sobre la gestión de alimentos antes de que estos se conviertan en desperdicio.
Ahora esperemos que esto llegue a nuestros hogares, revolucionando la planificación de comidas y las compras diarias, asegurando que cada gramo de comida cumpla su propósito nutritivo. Si se detecta que hay muchos trozos de manzana en nuestra basura, igual va siendo hora de comprar menos manzanas…
Más información en thenextweb.com y en positivecarbon.org.