Satélites y naves espaciales: los nuevos contaminantes de la estratósfera

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La exploración espacial ha abierto un nuevo horizonte para la humanidad, pero también plantea preguntas inquietantes sobre su impacto en nuestro planeta. Un estudio reciente ha arrojado luz sobre un aspecto poco considerado: la contaminación atmosférica causada por satélites y naves espaciales.

Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ha revelado que los satélites y las naves espaciales están contaminando la estratósfera con cantidades alarmantes de metales. Los investigadores utilizaron aviones que volaron a casi 20 km de altura para recopilar datos.

La estratósfera, una capa de la atmósfera que contiene la mayoría del ozono, está experimentando cambios en su composición química. Se encontró que metales como litio, cobre, aluminio y plomo superan las cantidades naturales presentes en el polvo cósmico.

Se espera que para el año 2030 haya 50.000 satélites adicionales en órbita. Esto podría llevar a que hasta el 50% de las partículas de aerosol en la estratósfera contengan metales procedentes de naves espaciales reingresando a la atmósfera.

Implicaciones Ambientales

La presencia de metales como litio, cobre, aluminio y plomo en esta capa es especialmente preocupante. Estos metales, que son componentes comunes en satélites y naves espaciales, están alterando la composición química de una región que hasta ahora se consideraba relativamente estable y «pura».

Los aerosoles de ácido sulfúrico son partículas cruciales que ayudan a proteger la capa de ozono. El estudio encontró que casi el 10% de estas partículas estaban contaminadas con restos de naves espaciales. Esto podría tener implicaciones serias para la salud de la capa de ozono y, por extensión, para la vida en la Tierra.

A medida que la industria espacial sigue creciendo, el impacto ambiental podría amplificarse. No solo estamos hablando de un evento aislado, sino de una contaminación acumulativa que podría tener efectos a largo plazo en la atmósfera y en los sistemas climáticos globales.

De forma que la huella ecológica de la industria espacial no se limita al carbono liberado durante los lanzamientos de cohetes. Ahora debemos considerar también la contaminación estratosférica como un factor ambiental crítico. Esto añade una capa adicional de complejidad a las evaluaciones de impacto ambiental para futuros proyectos espaciales.

La industria espacial podría necesitar desarrollar materiales y tecnologías más ecológicos para mitigar este problema. Esto incluiría desde nuevos tipos de combustible hasta materiales de construcción alternativos para naves y satélites, pero eso ya sería mucho pedir.

Más información en Proceedings of the National Academy of Sciences.