La escasez de chips especializados y los costos asociados a su adquisición están llevando a OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, a considerar seriamente la fabricación de sus propios chips de inteligencia artificial.
El artículo publicado por Reuters nos da más detalles sobre el tema.
OpenAI enfrenta dos problemas principales: la escasez de chips de IA y el alto costo de operar su software. Cada consulta en ChatGPT cuesta aproximadamente 0,04 euros, lo que podría traducirse en una inversión considerable si la escala de consultas se acerca a una fracción del volumen de búsquedas de Google.
La empresa está evaluando diversas rutas para abordar estos desafíos. Entre las opciones se encuentran la fabricación de su propio chip de IA, colaborar más estrechamente con otros fabricantes de chips como Nvidia, y diversificar sus proveedores más allá de este último.
Nvidia controla más del 80% del mercado global de chips especializados para IA. Esta dependencia de un solo proveedor podría ser riesgosa para OpenAI, lo que añade otra capa de complejidad a su decisión.
Desarrollar un chip personalizado no es una tarea menor. Requiere una inversión significativa de tiempo y recursos. Incluso si OpenAI decide seguir este camino, el esfuerzo podría durar varios años.
Empresas como Google y Amazon también han intentado desarrollar sus propios chips de IA, con resultados mixtos. Microsoft, uno de los principales patrocinadores de OpenAI, también está en la fase de pruebas de su propio chip de IA.
La decisión de OpenAI podría tener un impacto significativo no solo para la empresa sino también para la industria de la IA en general. Podría desencadenar una serie de movimientos estratégicos por parte de otros jugadores en el mercado.
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