Dos mujeres demandaron a Apple por sus AirTags, alegando que acosadores los usaron para rastrearlas

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Dos mujeres estadounidenses presentaron una demanda colectiva contra Apple, reclamando que los AirTags son productos «irrazonablemente peligrosos», ante su potencial uso por parte de acosadores.

La acción legal, alzada en nombre de todas las personas que fueron rastreadas sin su consentimiento con estos dispositivos, solicita a la justicia norteamericana que declare a Apple culpable de negligencia, responsabilidad del producto y violación de los derechos de privacidad, además de otras violaciones del consumidor.

Demanda presentada en Estados Unidos saca a relucir el potencial mal uso que se le puede dar a los AirTags de Apple

Las dos mujeres que iniciaron esta acción legal, Lauren Hughes de Texas, y una mujer anónima de Nueva York, presentaron la demanda este lunes en el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Norte de California.

Ambas demandantes, que iniciaron acciones legales en nombre de todas aquellas personas que fueron rastreadas sin consentimiento mediante el uso de AirTags, solicitaron a la corte que declare a Apple culpable de los cargos antes señalados, enfatizando que “los beneficios del diseño AirTag de Apple no superan los riesgos del diseño”.

Los AirTags, lanzados al mercado por Apple durante 2021, son dispositivos del tamaño de una moneda, diseñados como un instrumento de rastreo de pertenencias como bolsos, llaves y otros objetos personales, mediante la aplicación Encontrar de Apple.

Desde que inició su masificación, estos dispositivos han despertado ciertos reparos con respecto a su potencial uso en situaciones de acoso, que este año Apple trató de subsanar con la toma de algunas medidas.

Pese a la iniciativa de Apple de incrementar los resguardos tomados con sus AirTags, las demandantes aseguran que el riesgo de ser rastreadas sigue latente, alegando que Apple no «divulgó adecuadamente los riesgos asociados con los AirTags y engañó afirmativamente al público y a la prensa sobre esos riesgos».

En la demanda, por una parte Lauren Hughes dijo que después de terminar una relación de tres meses, fue acosada en línea por su expareja y encontró un AirTag escondido en su coche. Por otra parte, la demandante anónima señaló que tras «un divorcio conflictivo», encontró un AirTag en la mochila de su hijo. Ella lo quitó, pero seguidamente fue reemplazado.

Las demandantes acusan que las medidas de seguridad que Apple ha tomado a posteriori «son lamentablemente inadecuadas y hacen poco, si es que hacen algo, para advertir rápidamente a las personas si están siendo rastreadas». En la demanda también señalan que «existe un gran desequilibrio entre las protecciones disponibles para los usuarios de iOS/Apple y las que están disponibles para las personas con dispositivos Android, lo que deja a los usuarios de Android casi indefensos ante el seguimiento/acoso con AirTag».

Ante la repercusión mediática de estos casos, Apple declinó responder a las solicitudes de comentarios de la prensa, por lo que su réplica podría quedar reservada para la instancia judicial que se desprenderá de esta demanda.

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