Desde 2003 Feedburner ha sido el protagonista a la hora de crear feeds, la solución que los medios tenían para que su contenido se distribuyera con facilidad entre los diferentes lectores de feeds existentes, incluyendo al antiguo Google Reader, entre otros.
Con el tiempo, los suscriptores han ido guardando la dirección de feedburner de cada medio, de forma que se llegan a acumular decenas de miles de suscriptores que se perderían si feedburner dejara de existir.
El problema es que Google ha dejado abandonado a Feedburner. Nada de actualizaciones, enlaces rotos dentro de la plataforma, estética no adaptada a móviles… el miedo entre los editores era obvio, si un día Google decidía cerrar Feedburner, no tendríamos como contactar con los suscriptores para indicar una nueva url de suscripción.
Hace pocos meses Google indicó que realizaría cambios en la plataforma:
– Un estilo más moderno.
– Muchas menos funcionalidades, solo lo básico.
– Eliminaría el envío por email de las noticias de cada medio, pero ofrecería un enlace para exportar los suscriptores por email (eso lo ha ofrecido siempre, por cierto).
Es decir, que mataría a feedburner, pero no mataría a las urls existentes, para que los suscriptores puedan seguir recibiendo las novedades con su lector de feeds (ya sea feedly o cualquier otro).
Ahora ya podemos ver las novedades en feedburner.google.com. Una página que muestra las direcciones en forma de lista, con un botón para gestionar cada feed de forma independiente.
El cambio comenzó progresivamente desde hace pocos días, cuando la frecuencia de actualización de feedburner bajó tremendamente. Antes, cuando se publicaba una noticia, pasaban pocos segundos hasta que el feed se actualizaba, avisando a suscriptores y sistemas de distribución de noticias. Desde hace unos días ese tiempo llega a las dos horas, y el botón de actualización típico, dejó de funcionar.
Con la nueva versión sí aparece un botón de actualización, útil cuando el contenido del feed lleva mucho tiempo sin actualizarse.
Como veis, no hay tantas opciones de configuración como antes, nada de formato, nada de emails, nada de textos adicionales… se han perdido decenas de funciones, pero, por lo menos, el contenido sigue existiendo, por lo que los suscriptores siguen estando ahí, leyendo mientras publicamos.