Previsto a ser inaugurado alrededor de 2025, el telescopio Nancy Grace Roman será considerado uno de los más grandes telescopios destinado a la cacería de planetas. Respecto del espejo principal del telescopio espacial Hubble, el del Nancy Grace Roman es más pequeño, aunque sí resulta un 25% más grande que el de su predecesor.
Sin embargo, el campo de visión de este telescopio sí supera al del Hubble, lo cual le otorga el potencial para llegar a descubrir hasta 100 mil mundos orbitando otras estrellas. En este sentido, el telescopio espacial tendrá la misión de analizar el cielo en longitudes de onda infrarrojas. Dicha acción será llevada a cabo a través de dos métodos:
- Método del tránsito: Con este método el telescopio medirá las caídas de luz de una estrella en el momento que un planeta describa su trayectoria por delante de esta, todo esto visto desde la Tierra.
- Microlente gravitacional: con este método el telescopio observara los leves aumentos de luz generados por la presencia de un exoplaneta.
En lo que respecta a los exoplanetas, la mayoría de estos han sido descubiertos a través del método de tránsito. La razón es que este resulta mucho más efectivo al tomar en cuenta el oscurecimiento regular y periódico de una estrella. Sin embargo, esto solo será posible en sistemas donde el exoplaneta se desplace entre la estrella y la Tierra.
Hasta el momento 2800 planetas de un total de 4400 han sido descubiertos a través del método de transito ejecutado por la nave espacial Kepler.
Una vez que sea puesto en funcionamiento, es probable que el telescopio Nancy Grace Roman ejerza su función encontrando planetas huérfanos, denominados así por recorrer el espacio sin estar sujetos a una estrella. Se ha llegado a pensar que estos planetas poseen un tamaño que puede variar, pudiendo ser más pequeños que Marte o tan grandes como Júpiter y Saturno.
Así también, resulta probable que una buena parte de los planetas observados por el telescopio Roman estén situados dentro de lo que los científicos han denominado «zona habitable» o «Ricitos de oro», un área establecida alrededor de la estrella madre en donde las temperaturas detectadas no son ni demasiado calientes o frías para lograr que el agua se concentre en la superficie.
Dentro de las ventajas que presentará este telescopio está el tener un campo de visión 100 veces más amplio, lo cual permitirá que pueda abarcar vastas franjas del cielo al llevar a cabo su observación.
Además, el telescopio Nancy Grace Roman tendrá una cámara con capacidad para tomar imágenes con la misma resolución que la del telescopio Hubble, recopilando, además, una cantidad de datos mucho mayor.
Desde una distancia de un millón de kilómetros de la tierra el telescopio tendrá la posibilidad de observar con mayor profundidad la vía láctea respecto de otras misiones enfocadas en este objetivo.
Es así como este telescopio se enfocará en observar un único punto en el cielo, con el propósito de descubrir cientos de planetas desconocidos con ayuda de microlentes.
Al respecto el profesor de astronomía de la universidad estatal de Ohio, Scott Gaudí expreso lo siguiente:
El universo podría estar repleto de planetas rebeldes y ni siquiera lo sabríamos. Nunca lo sabríamos si no realizáramos un estudio exhaustivo de microlentes en el espacio como el que va a hacer Roman
En el caso de Kepler, los sistemas estelares explorados por este telescopio se encuentran a una distancia media de solo 2 mil años luz de la tierra, llegando a ser observados en un cuadrado de 115 grados. En contraste, el telescopio Roman tendrá capacidad para realizar observaciones a una distancia de hasta 26 mil años luz de nuestro mundo en búsqueda de exoplanetas.
Se espera que los datos recogidos por este telescopio sean analizados por astrónomos del futuro que pasaran años e incluso décadas llevando a cabo esta tarea hasta tener éxito en la búsqueda de mundos más allá del sistema solar.