Uno de los puntos más importantes que hay que controlar durante el embarazo es la salud de la placenta, la que conecta al feto con el sistema sanguíneo materno. Actualmente existen sistemas para realizar imágenes que ayudan a identificar problemas, pero proporcionan información limitada.
Ahora los investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT creen que podrían cambiar eso usando un algoritmo volumétrico basado en una malla.
En la actualidad, incluso con las resonancias magnéticas, la superficie curva del útero hace que las imágenes de la placenta sean difíciles de interpretar. Con el nuevo algoritmo se puede modelar la placenta sin curvas, modelando primero la forma de la placenta subdividiéndola en miles de pequeñas pirámides llamadas tetraedros. Luego organiza las pirámides en una plantilla que se asemeja a la forma aplanada que una placenta toma fuera del cuerpo.
La idea es obtener una imagen semejante a la que tenemos de la placenta después del nacimiento, lo que ayudaría a diagnosticar y tratar los problemas placentarios más temprano en el embarazo. El objetivo es reducir los problemas que pueden causar retraso en el crecimiento y trastornos neurológicos, así como bajar el riesgo de afecciones como la preeclampsia para las madres.
El sistema se presentará la Conferencia Internacional sobre Computación de Imagen Médica e Intervención Asistida por Computadora (MICCAI) en Shenzhen, China, el 14 de octubre. Podéis leer el artículo en news.mit.edu.