Un telescopio de 50 centímetros con una cámara infrarroja incorporada será puesto en órbita como parte de la Misión de Vigilancia de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO), un programa de la NASA que tiene como propósito efectuar el reconocimiento de grandes asteroides que representen una amenaza para nuestro planeta.
El peso de la nave entera no llegaría a ser mayor de las 2,5 toneladas, lo cual, permitiría que pudiese ser transportada en cohetes como el Atlas V o el SpaceX Falcon 9.
Cabe destacar que esta iniciativa de detección de asteroides se ha venido gestando desde 1998, cuando el Congreso de los Estados Unidos asignó a la NASA la tarea de rastrear al menos el 90% de estos elementos que tuviesen un tamaño superior a los 100 metros de diámetro y que pudiesen estar rondando el perímetro de la Tierra.
En ese momento la NASA había estimado que cumpliría ese objetivo a la llegada del 2020, pero lo cierto es que, de acuerdo con los expertos en materia astronómica, en la actualidad solo se ha realizado el reconocimiento de un 30% de los asteroides cercanos a la Tierra.
Esta cifra pone en evidencia el hecho de que los métodos empleados hasta ahora solo han rascado la superficie y que aun hay muchos puntos ciegos que cubrir.
Cabe destacar que toda la información recopilada hasta el momento ha sido proporcionada por el WISE/NEOWISE, inicialmente una misión astrofísica que posteriormente recondujo su propósito para ser usado como medio en la observación y clasificación de los asteroides cubiertos por su espectro.
Sin embargo, es probable que la labor de este aparato culmine en el transcurso del 2020, debido a las fallas presentadas en sus instrumentos, dejando así, con toda la responsabilidad al telescopio fabricado por la Misión de Vigilancia de los Objetos Cercanos a la Tierra (NEO), el cual, se prevé que tardara alrededor de 10 años para completar la identificación de los asteroides.