[intro-text size=»25px»]Tras su éxito en tierra y varios intentos fallidos, ahora se probará en el mar.[/intro-text]

Hace un par de semanas compartimos el extraordinario hito conseguido por SpaceX, compañía de Elon Musk: Lograr lanzar un cohete al espacio y regresarlo a la tierra sin daños, algo nunca antes visto pues lo usual es que tras desarrollar su misión, el cohete se convierta en basura espacial o vuelva en pedazos inservibles que caen al mar. Con ello, se sentó un valioso precedente para seguir en la búsqueda de viajes espaciales comerciales o de transporte de suministros sin tener que gastar millonarios recursos en elementos desechables.
Claro, eso no se logró de la noche a la mañana ya que habían sido varios los cohetes destruidos al intentar lograrlo, en particular, un intento fallido en el que se probó un innovador sistema de aterrizaje que incluía una plataforma marítima autónoma en la que debería aterrizar el cohete. En Space.com comparten detalles y hasta una infografía de dicho suceso ocurrido en enero de 2015:
Pues bien, tras el exitoso aterrizaje del cohete del pasado diciembre, cohete de referencia Falcon 9, se probará una vez más la plataforma marítima con un Falcon 9 v1.1 poniendo en marcha lo aprendido. La idea es lanzarlo, que deje su carga en el espacio -un satélite de investigación de la NASA, el Jason-3- y vuelva. Se prevé ejecutar el nuevo lanzamiento el próximo domingo 17 de enero según asegura el medio NBC News, y lo pensado es repetir el viaje original que partía de Cabo Cañaveral y finalizaba en la mencionada plataforma marítima acomodada en una ubicación cercana del Oceano Pacífico.
¿Y por qué tanto interés en aterrizar en un punto más pequeño y en el mar? Porque una trayectoria parabólica simple equivale a un menor recorrido y maniobrabilidad que lo ocupado con el Falcon 9 exitoso -un trazado similar al de esta imagen incrustada en este brillante artículo-, lo que a su vez equivale a un menor costo energético y de recursos. De paso, resulta más que práctico el poder controlar a fondo la plataforma de aterrizaje, algo complicado para un específico punto en tierra firme.
En fin, restará esperar al próximo domingo 17 para ver si se consigue esta otra increíble hazaña.