¿Se pueden simplificar los servicios de correo electrónico? Pues si echamos un vistazo a Shortmail, la respuesta es sí. Se trata de un servicio de intercambio de mensajes entre usuarios que a diferencia de los servicios de correo electrónico convencionales, no dispone ni de carpetas ni filtros ni nada parecido.
Simplemente, se trata de un sencillo servicio que nos permite enviar mensajes de correo electrónico de hasta 500 caracteres, sin posibilidad alguna de incluir adjuntos, donde dichos mensajes pueden ser públicos o privados, donde en este último caso accederán los mensajes únicamente sus destinatarios. Los mensajes públicos aparecerán en nuestra página pública que se nos creará a la hora de formar parte del servicio.
Y para poder hacer uso de este servicio, tendremos que tener cuenta en Twitter y autorizarlo mediante OAuth, disponiendo así de nuestro propio alias de correo electrónico. Podemos integrarlo en nuestro cliente de correo electrónico convencional mediante POP3/IMAP/SMTP, y además, podemos importar los contactos desde Twitter y desde Gmail.