¿Podrí­an las comunicaciones en las redes sociales acabar con el email tal y como lo conocemos?

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Hagamos un poco de historia, social y de desarrollo de los seres humanos que, llegando a su punto álgido y sin duda, el más maduro de su trayectoria, de evolución, pensemos en las numerosas revoluciones vividas, sí­… es evidente que la agoní­a del nuevo mundo pone de manifiesto la necesidad de desarrollarnos.
En el momento actual, cuando hablamos de redes sociales, nos centramos cada vez más en Facebook. No en vano, la empresa Nielsen en su último estudio estableció que un 23% de los usuarios online destinan la cuarta parte de sus tiempos a la conectividad en las redes sociales.
Y si tomamos este dato y le añadimos las tendencias actuales, las que hablan de la necesidad de Twitter de innovar para no quedarse atrás especí­ficamente en su vertiente más vinculada al mundo de los negocios o las que sitúan a Linkedin muy por detrás de la nueva promesa laboral de Facebook, Branch Out, nos daremos cuenta que es Facebook el lí­der indiscutible del entramado social.
Cifras que se obtienen del análisis de las tendencias, sólo con respecto a 2010, el correo electrónico ha experimentado un descenso del 28% y si bien es cierto que es muy complicado que el correo electrónico desaparezca, es también una calidad que ésta es la tercera actividad por orden de importancia realizada por los usuarios en su interacción en Internet.

Una diferencia que sigue en aumento y cuyos cimientos tiemblan con cada acción de Facebook para abarcar todas las necesidades, todos los intereses, todas las plataformas y todas las herramientas.
Hoy en Facebook, las búsquedas de contenido, usuarios, marcas e iniciativas cuentan con el SEO social más eficiente, se pueden realizar cursos de formación online, acceder a juegos sociales pedagógicos y empresariales, buscar empleo, hacer negocios, desarrollar nuevas estrategias y si, también, contar con una dirección de correo electrónico @facebook.com, acciones que buscan la integración de los seres humanos a la plataforma social como nexo de unión entre los dos mundos.
Sin embargo, por otra parte es esencial reflexionar sobre la dicotomí­a en la que nos encontramos y establecer una conclusión partiendo de dichas premisas que son hoy, irrefutables.
El entramado social se construye a través de la exposición total de los seres humanos en todas sus facetas, única forma de minimizar la “impunidad” que tradicionalmente ha rodeado al mundo virtual. Esta exposición está en contraposición con la defensa férrea de la privacidad y la intimidad. Estamos ante el primer punto muerto.
La cobertura de Facebook de todas las necesidades e intereses existentes y los que puedan surgir de la microsociedad planetaria que se conforma con el entramado social, sólo es posible gracias al nivel de desarrollo de las nuevas tecnologí­as. Es una realidad que, cuanto más activos son los usuarios en Facebook, más tiempo deberán destinar a revisar sus correos electrónicos aunque esto depende también del grado de conectividad adquirido, ya que las notificaciones y mensajes recibidos en Facebook cuentan cada vez más con la naturaleza de “en tiempo real” habida cuenta de la conectividad cuasi total de los usuarios más activos. Segundo punto muerto.
Facebook busca usuarios 100% comprometidos, 100% conocidos, con reputaciones 100% tangibles y finalmente, 100% emprendedores como forma de vida, esta es sin duda la mayor fortaleza de la plataforma social y no es menos real que, en la rutina habitual de miles de emprendedores, está el acceso a todas las plataformas, herramientas y aplicaciones que, gracias a la interacción individual, dan como resultado el ecosistema social global donde cada uno se siente más eficiente.
Google, Facebook, Twitter, Linkedin, son ”“junto con las plataformas creadas para lograr la promoción eficiente de contenidos hacia un número cada vez mayor de usuarios activos y comprometidos- las cuatro sesiones que, indiscutiblemente, permanecen abiertas en los ordenadores, dispositivos móviles y tablets de un número de usuarios activos que acorta cada vez más la brecha entre ambos mundos.
El correo electrónico podrí­a, eventualmente, absorberse e integrarse en el ecosistema social actual… no, definitivamente desparecer no es una opción viable, la eficiencia del correo electrónico es de tal magnitud que en el momento actual no se concibe la comunicación entre personas sin email, ahora bien, si es posible que la absorción y la integración sea una realidad, antes de lo que pensamos.
Artí­culo escrito por Carolina Velasco, desde SHOUT! para WWWhatsnew.com

2 comentarios en “¿Podrí­an las comunicaciones en las redes sociales acabar con el email tal y como lo conocemos?

  1. Definitivamente la mensajerí­a que recientemente ha implementado Facebook no representa para nada un peligro para el email tal cual lo conocemos. Servicios como GMail o Hotmail no tienen por que temer. Pero otro caso es cuando hablamos de la interacción y el uso, a futuro claro está. Las ví­deo conferencias son el mayor avance desde las salas de chat privadas (como por ejemplo MSN Messenger o lo que fue IRC al inicio) y sin embargo los programas de mensajerí­a instantánea no se han visto muy afectados que digamos. No obstante, las redes sociales se han vuelto tan pero tan especializadas que ahora ofrecen medios idóneos para los negocios y el trabajo online, y esto implica un alto grado de comunicación e interacción que el email no puede ofrecer. De ser el medio principal para la comunicación pasarí­a, muy probablemente, como una opción o alternativa para compartir de manera complementaria algún tipo de información o proyecto. Y esto está en “veremos” pues para compartir archivos tenemos en la actualidad redes P2P legales y servicios como 4Shared o Megaupload que permiten compartir archivos de gran tamaño. Y ni que decir de Google Docs o Skydrive. Cada vez se usan las redes sociales y los medios de intercambio de archivos como herramientas que van de la mano con la productividad. En este futuro, el email podrí­a pasar a ser lo que es hoy en dí­a el mIRC: una alternativa, tal vez una curiosidad, pero ya no algo indispensable. Si tuviéramos que elegir entre nuestra cuenta email y nuestra cuenta en Facebook, es muy probable que se opte por esta última, ya que muchas empresas incluyen en su información sus cuentas en redes sociales como medio de contacto, dejando de lado el formulario de contacto o la cuenta email. 

  2. De momento, si es por las redes sociales, el email no tiene que temer nada: al fin y al cabo, el registro tanto de Tuenti como de Facebook requiere una dirección de email. Claro que eso se puede cambiar.Sin embargo, deberí­an preocuparse más por las empresas, porque ya hay empresas dispuestas a dar el paso de eliminarlo (como Atos), debido al gasto de tiempo que supone: https://business.scotsman.com/business/Atos-says-the-age-of.6713454.jpY después de que las empresas eliminen el correo, ¿quién irá después?: los usuarios particulares.

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