Cuando el telescopio espacial James Webb, la joya de la corona de la astronomía moderna, comenzó a enviar datos, los científicos notaron que algo no funcionaba como se esperaba. A pesar de su compleja ingeniería y de su coste de 10.000 millones de dólares, uno de sus instrumentos clave, el Interferómetro de Enmascaramiento de Apertura (AMI), presentaba una leve pero significativa distorsión en las imágenes. Este defecto, similar al que afectó al telescopio Hubble tras su lanzamiento en los años noventa, amenazaba con comprometer la nitidez de las observaciones.
Sin embargo, esta vez no fue necesaria una misión de astronautas para reparar el problema. Desde un laboratorio en Sídney, dos estudiantes de doctorado desarrollaron una solución basada exclusivamente en software e inteligencia artificial, logrando restaurar la capacidad total del instrumento afectado. Continúa leyendo «La inteligencia artificial corrige la visión borrosa del telescopio James Webb desde la Tierra»