Investigadores de la Universidad de Cornell han desarrollado robots a escala microscópica, de menos de 1 milímetro de tamaño, que se imprimen en una «metahoja» hexagonal en 2D y que, con un impulso eléctrico, se transforman en formas tridimensionales programadas y se arrastran. Esta nueva tecnología combina lo mejor del diseño en kirigami —una variante del origami que utiliza cortes en el material— para permitir que los robots se doblen, expandan y se muevan.