Los actuales mecanismos empleados en el pronóstico del tiempo atmosférico implican el uso de potentes infraestructuras computacionales, desarrolladas para procesar grandes cantidades de datos climáticos.
Para realizar proyecciones a largo plazo, esta tecnología cuenta con el respaldo de profesionales de la meteorología, dada su asertividad en la predicción de patrones. No obstante, pensando en lo inmediato, falta camino por recorrer para afirmar que los sistemas actuales cuentan con la misma eficiencia para análisis a corto plazo.