Hace poco más de un mes, OpenAI lanzó su Tienda GPT, una plataforma diseñada para que usuarios de todo el mundo puedan crear, compartir y descubrir chatbots personalizados. Este innovador espacio digital prometía ser un punto de encuentro para la creatividad y la tecnología y una oportunidad para que los creadores de estos chatbots generen ingresos basados en la popularidad y uso de sus creaciones. Sin embargo, el modelo de repartición de ingresos aún sigue siendo un misterio para muchos.