Un nuevo compuesto promete reducir el tamaño del combustible espacial sin sacrificar potencia

En el campo de la propulsión espacial, cada centímetro y cada gramo cuentan. El reciente descubrimiento del diboruro de manganeso (MnB2) por un equipo de químicos de la Universidad de Albany, en Nueva York, podría cambiar de manera significativa cómo se diseñan los cohetes del futuro. Este nuevo compuesto ofrece una densidad energética superior en un 150% respecto a los materiales actuales utilizados en combustibles sólidos, como el aluminio, lo que implica una capacidad de empuje mucho mayor en un volumen significativamente menor.

Esta eficiencia podría traducirse en cohetes que requieran menos combustible para alcanzar la misma distancia, liberando espacio para otros fines, como el transporte de más instrumentos científicos o el regreso de muestras a la Tierra. La clave está en la estructura atómica y la forma en que esta almacena energía, una característica que, hasta hace poco, no había podido aprovecharse por la dificultad para sintetizar el compuesto. Continúa leyendo «Un nuevo compuesto promete reducir el tamaño del combustible espacial sin sacrificar potencia»