Electrones en estado cuántico: un nuevo hallazgo que podría cambiar la electrónica del futuro

La electricidad tal como la conocemos depende del flujo de electrones. Pero en ciertos materiales, este flujo deja de comportarse como un río constante y adopta patrones que desafían la intuición. Físicos de la Universidad Estatal de Florida han observado un estado cuántico inédito: un híbrido en el que algunos electrones se congelan en una estructura fija mientras otros se mueven libremente. Este fenómeno, comparado con una máquina de pinball, podría redefinir el rumbo de la computación cuántica y la electrónica avanzada.

Cuando los electrones se ordenan en patrones geométricos estáticos, forman lo que se conoce como cristales de Wigner, una fase sólida que impide el flujo de corriente. Este comportamiento, aunque parezca un contratiempo para la conducción eléctrica, ha resultado clave para entender las interacciones entre partículas cuánticas. La transición entre este estado ordenado y el movimiento líquido convencional ha sido durante décadas objeto de especulación teórica. Continúa leyendo «Electrones en estado cuántico: un nuevo hallazgo que podría cambiar la electrónica del futuro»

Un nuevo material 2D con magnetismo dual promete reducir el consumo energético de chips de memoria

Cada clic, cada foto, cada video y cada búsqueda en internet contribuye a una marea creciente de datos digitales. Esta acumulación, lejos de ser inocua, acarrea un costo energético alarmante. Según proyecciones actuales, la infraestructura necesaria para almacenar, procesar y mover estos datos podría consumir cerca del 30% de la energía mundial en solo unas décadas. En este contexto, el diseño de chips de memoria más eficientes no es un lujo, sino una necesidad urgente. Continúa leyendo «Un nuevo material 2D con magnetismo dual promete reducir el consumo energético de chips de memoria»

Del grosor de un átomo: el primer ordenador 2D sin silicio promete una nueva era de chips ultrafinos

Durante más de medio siglo, el silicio ha sido el cimiento que sostiene teléfonos móviles, portátiles y servidores. Cada generación ha consistido en colocar más y más transistores sobre una pastilla del tamaño de una uña, como quien encaja piezas de LEGO en un espacio cada vez más reducido. Sin embargo, llega un punto en que las piezas se deforman: los electrones se escapan, el calor aumenta y la factura energética crece. La miniaturización que nos deslumbró empieza a topar con límites físicos y económicos. Necesitamos un nuevo material que, sin cambiar las reglas del juego, permita jugar en un tablero mucho más fino. Continúa leyendo «Del grosor de un átomo: el primer ordenador 2D sin silicio promete una nueva era de chips ultrafinos»