Imagina que la inteligencia artificial (IA) no solo pudiera responder a tus preguntas o gestionar tus dispositivos, sino que también pudiera leer tus emociones. Parece sacado de una película de ciencia ficción, pero en realidad, esta tecnología está avanzando a pasos agigantados, y podría tener un impacto positivo en varias áreas de nuestra vida, como la salud mental y la educación.
Este es uno de esos temas que, de entrada, puede generar un poco de desconfianza. Nos preguntamos: ¿Realmente es una buena idea que una máquina intente comprender algo tan complejo como nuestras emociones? En mi opinión, y con los avances adecuados, la respuesta podría ser un rotundo sí. Vamos a adentrarnos un poco más en esta fascinante tecnología y por qué puede ser beneficiosa.